lunes, 17 de junio de 2013

VYNANSE LISDEXANFETAMINA PARA EL TRATAMIENTO DEL TDAH


Una amiga mía, María Aurora Diaz Montero, me ha comentado  el nuevo tratamiento para el tdah de la lisdexanfetamina (Vyvanse) que está a punto de aprobarse y comercializarse en España. Desde hace al menos tres años ya en reuniones de expertos de tdah, y en congresos se nos ha presentado la nueva fórmula, que en otros países ya está comercializada. Se trata de una molécula formada por un aminoacido esencial, la LISINA unido a la ANFETAMINA. Os recuerdo que el tratamiento del tdah con estimulantes fue utilizado de forma fortuita en el año 1936 al administrarle anfetamina a un niño con tdah hiperquinetico y tener un efecto paradójico, ya que tras la administración de la anfetamina (ESTIMULANTE) el paciente mejoró en atención y desapareció su estado hiperquinetico. Por ello este nuevo fármaco, ya es conocido, pues se trata de anfetamina a la cual se le ha añadido un aminoácido esencial para que solo sea activo por via oral, y de esta forma se previene que no pueda usarse este fármaco con otros fines o mal uso, como por ejemplo para adición de estimulantes,  la molécula lisina-anfetamina no tiene efectos por vía nasal ni por vía intravenosa.
foto María Muñoz
Que es por tanto VYVANSE, un estimulante cuyo principio activo es la anfetamina,  y para mi opinión no creo que aporte nada que ya no nos aporta el metilfenidato (estimulante) por lo que considero que este tratamiento es una herramienta mas terapéutica en e mercado, dentro de los fármacos de primera elección para el tratamiento del tdah. Aunque insisto no aporta nada nuevo que no tenga el metillfenidato .
Os adjunto información del producto.




Foto del medicamento
Nombre genérico: Lisdexanfetamina - Oral

Marca de fábrica común name(s): Vyvanse
Presentaciones 20, 30, 40 50 60 y 70 mgr


Advertencia
El uso incorrecto o excesivo de anfetaminas puede causar problemas cardíacos y de presión arterial graves (potencialmente mortales). Los medicamentos anfetamínicos pueden crear dependencia. Use este medicamento únicamente como se le indique. Si está usando este fármaco por un período prolongado, puede hacerse dependiente y presentar síntomas de abstinencia al suspender su uso. Para obtener más información consulte a su médico o farmacéutico. Consulte también la sección de Modo de empleo.
Usos
La lisdexanfetamina se usa para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (DAH), como parte de un plan de tratamiento integral que incluye medidas psicológicas, sociales y otros tratamientos. Puede ayudar a mejorar la capacidad de poner atención, permanecer enfocado y controlar la inquietud.Este medicamento es un estimulante. Se cree que actúa restableciendo el equilibrio de ciertas sustancias naturales (neurotransmisores) en el cerebro.
foto de María Muñoz
Modo de empleo
Lea la Guía del medicamento que su farmacéutico le facilita antes de tomar lisdexanfetamina y cada vez que renueve su receta. Si tiene alguna duda, consulte a su médico o farmacéutico.Tome este medicamento con o sin alimentos, según las indicaciones de su médico, generalmente una vez al día por la mañana. No tome este medicamento en la tarde o en la noche, ya que puede causarle dificultad para conciliar el sueño. La dosificación dependerá de su afección médica y respuesta al tratamiento. Es posible que su médico ajuste su dosis para encontrar la más apropiada para usted. Siga exactamente las indicaciones de su médico.Este medicamento puede tragarse entero. No obstante, si tiene dificultad para tragar el medicamento, puede abrir la cápsula y verter su contenido (polvo) en un vaso de agua. Use una cuchara para separar el polvo que se quede pegado. Revuelva bien el contenido hasta que se disuelva por completo. Tome la mezcla inmediatamente. No prepare una mezcla para usarla más tarde. Es normal que quede una capa viscosa en el interior del vaso después de tomar toda la medicina.Para beneficiarse al máximo de este medicamento, úselo regularmente. Para recordar más fácilmente, tómelo a la misma hora cada día.Durante el tratamiento, es posible que de vez en cuando su médico le recomiende suspender el medicamento durante un período breve, para determinar si se han producido cambios en el comportamiento y si el medicamento sigue siendo necesario.Este medicamento puede causar reacciones de abstinencia, especialmente si lo usa regularmente durante un período prolongado o en dosis altas. En estos casos, si suspende este medicamento repentinamente, pueden producirse síntomas de abstinencia (incluyendo cansancio intenso, problemas de sueño, cambios mentales/anímicos como depresión). Para prevenir las reacciones de abstinencia, es posible que su médico reduzca su dosis gradualmente. Consulte a su médico o farmacéutico para obtener más información y reporte inmediatamente cualquier reacción de abstinencia.Este medicamento ofrece claros beneficios, pero en raras ocasiones puede crear adicción. Este riesgo puede ser mayor si ha abusado del alcohol o de fármacos/drogas en el pasado. Para reducir el riesgo de adicción, tome este medicamento exactamente como se lo recetaron. No aumente su dosis ni use este medicamento con más frecuencia ni por más tiempo de lo recetado. Suspenda correctamente el uso de este medicamento cuando se le indique.Cuando se usa durante un período prolongado, este medicamento puede perder su eficacia. Si siente que el efecto del medicamento disminuye, informe a su médico.Informe a su médico si su afección no mejora o empeora.
foto de María Muñoz
Precauciones
Antes de tomar este medicamento, informe a su médico o farmacéutico si es alérgico a éste, a otras aminas simpaticomiméticas (por ejemplo, dextroanfetamina), o si padece de cualquier otra alergia. Este producto podría contener ingredientes inactivos que pueden causar reacciones alérgicas u otros problemas. Consulte a su farmacéutico para obtener más información.Antes de usar este medicamento, informe a su médico o farmacéutico acerca de su historial médico, especialmente acerca de: ciertas afecciones mentales/anímicas (por ejemplo, agitación intensa, psicosis), antecedentes personales/familiares de trastornos mentales/anímicos (por ejemplo, trastorno bipolar, depresión, trastorno psicótico, pensamientos suicidas), problemas cardíacos (incluyendo ritmo cardíaco irregular, enfermedad de las arterias coronarias, ataque cardíaco en el pasado, insuficiencia cardíaca, cardiomiopatía, problemas con la estructura del corazón como problema de válvulas cardíacas), antecedentes familiares de problemas cardíacos (por ejemplo, muerte súbita, latidos cardíacos irregulares), antecedentes de derrame cerebral, presión arterial alta, hipertiroidismo (tiroides hiperactiva), cierto problema ocular (glaucoma), convulsiones, antecedentes personales/familiares de uso/abuso de medicamentos/drogas/alcohol, antecedentes personales/familiares de movimientos musculares incontrolables (por ejemplo, síndrome de Tourette).Este medicamento puede causar mareos. No maneje, use maquinaria ni lleve a cabo ninguna actividad que requiera estar alerta, hasta estar seguro de que puede realizar estas actividades sin peligro. Limite su consumo de bebidas alcohólicas.Antes de someterse a una cirugía, informe a su médico o dentista de todos los productos que usa (incluidos los medicamentos con o sin receta y los productos herbales).Los niños pueden ser más sensibles a los efectos secundarios de este medicamento, especialmente a la pérdida de peso. Este medicamento puede reducir el crecimiento infantil. Para reducir este riesgo, es posible que el médico ocasionalmente recomiende la suspensión temporal del medicamento. Supervise el peso y altura de su hijo. Para obtener más información consulte a su médico o farmacéutico.Durante el embarazo, sólo use este medicamento cuando sea claramente necesario. Hable con su médico acerca de los riesgos y los beneficios. Los bebés nacidos de madres con dependencia a este medicamento pueden nacer prematuramente y tener un bajo peso al nacer. También pueden experimentar síntomas de abstinencia. Informe inmediatamente a su médico si nota posibles cambios en el estado de ánimo, inquietud o cansancio inusual en su recién nacido.Este medicamento pasa a la leche materna y puede producir efectos no deseados en el lactante. Por lo tanto, se desaconseja amamantar mientras lo usa. Consulte a su médico antes de amamantar.
Interacciones con otros medicamentos

foto María Muñoz
Las interacciones medicamentosas pueden cambiar la acción de sus medicamentos o aumentar su riesgo de sufrir efectos secundarios graves. Este documento no menciona todas las posibles interacciones entre medicamentos. Lleve consigo una lista de todos los productos que usa (incluidos los medicamentos con receta, sin receta y productos herbales) y compártala con su médico y farmacéutico. No empiece, suspenda ni cambie la dosificación de ningún medicamento sin la aprobación de su médico.Evite tomar inhibidores de la MAO (isocarboxazida, linezolid, azul de metileno, moclobemida, fenelzina, procarbazina, rasagilina, selegilina, tranilcipromina) mientras recibe tratamiento con este medicamento así como 2 semanas antes y después del mismo. En algunos casos puede producirse una interacción medicamentosa grave (potencialmente mortal).Revise las etiquetas de todos sus medicamentos (por ejemplo, productos para la tos y el resfriado, productos para adelgazar) porque pueden contener ingredientes que podrían aumentar su frecuencia cardíaca o su presión arterial. Consulte a su farmacéutico acerca del uso prudente de estos productos.Evite beber grandes cantidades de bebidas que contengan cafeína (café, té, bebidas gaseosas), comer mucho chocolate o tomar productos sin receta médica que contengan cafeína. La cafeína puede aumentar los efectos secundarios de este medicamento.La lisdexanfetamina es muy similar a la dextroanfetamina. No use medicamentos que contengan dextroanfetamina mientras usa lisdexanfetamina.Este medicamento puede interferir con ciertos análisis de laboratorio (incluyendo pruebas de niveles de esteroides en sangre y en orina), lo que puede causar resultados falsos de los análisis. Asegúrese de que el personal de laboratorio y todos sus médicos sepan que usted usa este medicamento.
foto María Muñoz
Efectos secundarios

Puede causar náuseas, vómitos, dolor estomacal/abdominal, pérdida del apetito, boca seca, dolor de cabeza, nerviosismo, mareos, dificultad para dormir, sudoración, pérdida de peso, irritabilidad e inquietud. Informe lo antes posible a su médico o farmacéutico si cualquiera de estos efectos persiste o empeora.Recuerde que su médico le ha recetado este medicamento porque considera que el beneficio para usted es mayor que el riesgo de los efectos secundarios. Mucha gente que usa este medicamento no presenta efectos secundarios graves.Este medicamento puede elevar su presión arterial. Tómese la presión arterial regularmente e informe a su médico si obtiene alguna lectura alta.Notifique de inmediato a su médico si presenta cualquier efecto secundario grave, incluyendo: visión borrosa, ritmo cardíaco acelerado/fuerte/irregular, cambios mentales/anímicos/de comportamiento (por ejemplo, agitación, agresión, cambios de humor, depresión, alucinaciones, pensamientos/comportamiento anormales), movimientos incontrolables, contracciones/temblores musculares, emisión repentina de palabras/vocalizaciones, cambio en la capacidad/interés sexual, inflamación de tobillos/pies, cansancio intenso, pérdida de peso rápida/sin motivo aparente.Busque atención médica de urgencia si presenta cualquier efecto secundario muy grave, incluyendo: falta de aliento, desmayos, dolor de pecho/mandíbula/brazo izquierdo, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo, hablar arrastrando las palabras, confusión, cambios repentinos en la vista.Rara vez ocurre una reacción alérgica muy grave a este medicamento. Sin embargo, busque atención médica de urgencia si nota cualquier síntoma de una reacción alérgica grave, incluyendo: erupción cutánea, picazón/inflamación (especialmente en la cara/lengua/garganta), mareos intensos, dificultad para respirar.Esta no es una lista completa de los posibles efectos secundarios. Comuníquese con su médico o farmacéutico si nota otros efectos no mencionados anteriormente.En los Estados Unidos -Llame a su médico para consultarlo acerca de los efectos secundarios. Puede reportar efectos secundarios a la FDA al 1-800-FDA-1088.En Canadá - Llame a su médico para consultarlo acerca de los efectos secundarios. Puede reportar efectos secundarios a Salud Canadá (Health Canada) al 1-866-234-2345.
foto de María Muñoz
Dosis omitida
Si omite una dosis, tómela en cuanto se acuerde, por la mañana. Por la tarde, o si se acerca la hora de la siguiente dosis, no use la dosis omitida, y siga con su régimen de dosificación. No duplique la dosis para ponerse al día.
Sobredosis
Si sospecha que ha usado una sobredosis, comuníquese de inmediato con un centro de control de intoxicaciones o la sala de urgencias. Los residentes de EE.UU. pueden llamar a su centro local de control de intoxicaciones al 1-800-222-1222. Los residentes de Canadá pueden llamar a un centro provincial para el control de intoxicaciones. Los síntomas de una sobredosis pueden incluir cambios mentales/anímicos severos (por ejemplo, confusión, alucinaciones), convulsiones, ritmo cardíaco irregular, inquietud severa, respiración acelerada.
Notas
No comparta este medicamento con nadie. La ley lo prohíbe.Es posible que periódicamente se tenga que someter a análisis de laboratorio y/o pruebas médicas (por ejemplo, chequeo de la presión arterial, ritmo cardíaco, supervisión de crecimiento en niños) para supervisar su progreso o detectar efectos secundarios. Consulte a su médico para obtener más información.
Almacenamiento

Guarde este producto a temperatura ambiente, protegido de la luz y la humedad. No lo guarde en el cuarto de baño. Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance de los niños y las mascotas.No deseche medicamentos en el inodoro ni en el desagüe a menos que se lo indiquen. Deseche apropiadamente este producto cuando se cumpla la fecha de caducidad o cuando ya no lo necesite. Consulte a su farmacéutico o a su compañía local de eliminación de desechos para obtener más información.

Inatención, impulsividad e hiperactividad: según los estudios, este trastorno ya se considera crónico, con variabilidad a lo largo de la vida


 
Nuevas presentaciones científicas ubican al déficit de atención e hiperactividad en territorio adulto.
"Históricamente considerado como patología de la infancia, que desaparecía en la adolescencia, actualmente se considera un trastorno crónico, con variabilidad a lo largo de la vida", comenta la neuropsicóloga Marina Drake, autora de uno de los trabajos presentados en el Congreso de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) realizado recientemente en Mar del Plata. Y cuantifica: "Se estima que afecta a entre el 3 y el 7% de la población adulta".
La radiografía típica del TDAH, también conocido como ADD o ADHD, según sus siglas en inglés, se apoya en un trípode de síntomas: inatención, impulsividad e hiperactividad, en dosis variables de uno u otro grupo.
Una paciente, Marcela -profesora de inglés de 49 años que prefiere no publicar más datos de su identidad por el estigma que pesa sobre la enfermedad-, lo describe así: "Una turbulencia de millones de ideas constantes me llenaban de estrés sin permitirme jamás alcanzar un orden y una organización con los que pudiera avanzar".
En general, los adultos con TDAH son distraídos, olvidadizos, no pueden detener su acción o su pensamiento, viven saltando de una situación a otra sin enraizar en ninguna. En la infancia, el síndrome se manifiesta como una incapacidad de permanecer en calma, son chicos que revolucionan todo a su alrededor.
"El TDAH se inicia en la infancia y, en más del 50% de los casos persiste en la edad adulta", concluye en un artículo publicado en la Revista de Neurología un equipo del Programa Integral del Déficit de Atención en Adultos del Hospital Universitario del Valle de Hebrón, en Barcelona. Y especifica: "La sintomatología experimenta cambios en los adultos con respecto a la infancia. La hiperactividad es el síntoma que más se reduce, seguido de la impulsividad, mientras la inatención se mantiene prácticamente igual. En adultos se asocia a graves problemas académicos, laborales, legales y familiares". Y suma un dato preocupante: "La habilidad en la conducción de vehículos se altera con el trastorno: los adultos con TDAH sufren más accidentes de tráfico y éstos son más graves, lo que ocasiona graves consecuencias desde un punto de vista social y personal". Preocupación potenciada en un país como la Argentina, donde mueren más de veinte personas por día en accidentes de tránsito.
Para complicar aún más el panorama, al síndrome no le gusta la soledad y suele asociarse con numerosas enfermedades, según distintos estudios. El último fue publicado por investigadores de la Universidad de Columbia a partir del seguimiento de 34.000 adultos mayores de 18 años. De acuerdo con sus conclusiones, el TDAH se asocia con un riesgo incrementado de trastorno bipolar, trastorno generalizado de ansiedad, fobias y trastorno de personalidad borderline . Además, en personas que mantienen la enfermedad a lo largo de sus vidas, hallaron un incremento en las conductas que reflejan falta de planificación, en el sufrimiento de diversos eventos traumáticos y en el déficit en el control de impulsos.
Frente a semejante rompecabezas sintomático, ¿se puede decir que es un trastorno psicológico, neurológico, cognitivo o uno que se bifurca en alteraciones que pertenecen a todos esos campos?
Cada cristal ilumina una de las múltiples caras del TDAH. Desde la psiquiatría, la doctora Norma Echavarría lo define como "un trastorno neurobiológico de alta heredabilidad, es decir, que en general afecta a varios miembros de una familia, aun cuando las manifestaciones pueden ser heterogéneas". Y sostiene su posición en estudios científicos que muestran compromiso cerebral, como el presentado por un equipo del Hospital General de Massachusetts en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Psiquiatría, realizado esta semana en San Francisco.
Admite, sin embargo, que a pesar de los estudios de neuroimagen funcionales que han avanzado en los últimos años, todavía no existe "una fórmula simplista que determine o descarte la presencia de un trastorno cuyo diagnóstico es hoy patrimonio exclusivo de la clínica".
A la hora de definir el tratamiento, el complejo entramado de síntomas alimenta una ardua controversia y tironeos entre quienes apuestan por la medicación y quienes militan en la cura por la palabra. La mayor controversia surgió con lo que se definió como la medicalización del chico inquieto, que empujaba a administrar fármacos más para calmar al entorno que para solucionar un cuadro clínico. Pero la resistencia al diagnóstico deja fuera a un porcentaje de pacientes que hacen su propio vía crucis terapéutico sin encontrar calma en ninguna estación.
Marcela continúa el relato de su propio recorrido: "Fui a un psicólogo tras otro y hasta llegué a una iglesia anglicana después de la Católica para encontrar algo de paz y detener el desmoronamiento de toda mi vida, hasta que me recomendaron un tratamiento psiquiátrico especializado y en la misma evaluación ¡por fin, mis síntomas aparecían en el cuestionario que tuve que completar! Empecé con medicación y un tratamiento grupal y recién ahora entiendo tantas cosas que me pasaron en la vida. Simplemente me sentía distinta, me esforzaba, ponía el ciento por ciento de mí, me hacía listas de lo que debía hacer, pero siempre me olvidaba de algo, me dispersaba, no podía aclarar mis objetivos y todos se hartaban de mis olvidos y distracciones que no me permitían llegar a donde quería. Fue como si me hubiesen dado anteojos. Ahora puedo ver. Volví a nacer".

Un tratamiento integral

"Los pacientes, en mi experiencia, se alivian con el diagnóstico, porque recorrieron otros que no cerraban completamente. Si se realiza una buena evaluación neurocognitiva en algunos ítems los pacientes dicen que por primera vez se sienten reflejados en lo que les pasa", comenta la doctora Verónica Kurlat, psicóloga con una formación de posgrado en neuropsicología.
"De ahí la importancia nodal de una completa evaluación neurocognitiva, capaz de delimitar el terreno y definir cuáles son las áreas afectadas: la atención y las llamadas funciones cerebrales ejecutivas, como la organización y la planificación", como aclara la doctora Marina Drake, autora del libro Evaluación n europsicológica en adultos y titular de la cátedra Tratamiento Rehabilitador en Neuropsicología en la Universidad de Buenos Aires.
Aunque las estrategias terapéuticas son múltiples, la doctora Kurlat se posiciona en un vértice contemporizador que propone un tratamiento integral multimodal combinado, es decir, que apunta tanto a las alteraciones cognitivas propias del déficit como a las complicaciones emocionales. "Muchos de los trastornos cognitivos generan alteraciones afectivas y emocionales reactivas: si un paciente tiene una experiencia de fracaso a lo largo de su vida en distintas áreas, porque no puede planificar o llevar adelante un proyecto y tiene siempre distracciones, esto también va generando creencias y sentimientos de desvalorización que afectan su autoestima. Es un círculo complicado", alerta.
El seguimiento psiquiátrico, en paralelo, permite evaluar la necesidad de administrar medicación, dentro de las variadas opciones farmacológicas.
"En general, los pacientes que consultan ya en la vida adulta han pasado por muchas experiencias frustradas de tratamiento y una historia larga de fracasos en distintos aspectos de su vida. Si se diagnostica adecuadamente y confían en el tratamiento no farmacológico, hacen un cambio importantísimo, que no queda solamente en la oferta de un fármaco", aclara Kurlat, y describe los "programas que en general son cortos, de 12 a 16 sesiones, durante las cuales el paciente aprende ciertas estrategias de planificación y organización [como aprender a hacer todo sucesiva y no simultáneamente] y herramientas de modificación ambiental, como modificar el ambiente para que se adapte a la tarea sin ser distraído por estímulos irrelevantes; ordenar y eliminar aquello que puede distraer".
Semana tras semana y en el ámbito protegido del consultorio, los pacientes organizan una "hoja de ruta que implica también cierto control de su impulsividad, ya que hay un mapa dentro del cual moverse. Es un tratamiento de organización".
El ámbito grupal es privilegiado para encontrar apoyo y aceptación en otros que experimentan los mismos problemas y juntos encontrar alternativas para afrontarlos.
Antes, durante o después del abordaje neurocognitivo surge la necesidad de tratar los problemas emocionales que acompañan el trastorno y apostar a una mejor calidad de vida..
Fuente. http://www.lanacion.com.ar/1589680-el-deficit-de-atencion-deja-de-ser-solo-una-patologia-de-ninos-e-ingresa-en-el-territorio-ad

PROTOCOLO DE DIAGNÓSTICO NEUROFUNCIONAL - FRACASO ESCOLAR- Dr. Ferré.



Más del 50% del FRACASO ESCOLAR se puede evitar o resolver. Para conseguirlo hay que tener en cuenta las causas neurofuncionales que, generalmente, no se consideran.
Dr. Jorge Ferré
http://www.jorgeferre.com/index.php

Tomar el control del TDAH en la edad adulta Russell A. Barkley


Primer capítulo de

Autores: Russell A. Barkley, con la colaboración de Christine M. Benton

Título original: Taking Charge of Adult ADHD, The Guilford Press, 2010

Traducción al castellano: Manuel León Urrutia

Revisión de la traducción: Beatriz Vega López

Dirección médica: J. Antoni Ramos-Quiroga. (Coordinador del Programa de TDAH del Hospital Universitari Vall d’Hebron. Investigador del CIBERSAM. Profesor asociado  de la Universitat Autònoma de Barcelona.)

Sumario

Agradecimientos     11


Introducción   13

Primer Paso: Para empezar, evalúese      15

1. ¿Es posible que padezca TDAH?          17
2. ¿Es capaz de sobrellevar los problemas sin ayuda?   25
3. ¿A quién puede acudir en busca de ayuda?                  29
4. ¿Qué necesita para el análisis?              32
5. ¿Qué le dirá el análisis? 37

Segundo Paso: cambie de actitud               50

6. Conozca su TDAH   52
7. Resistir a los impulsos, el primer paso hacia el autocontrol               63
8. Autocontrol: cómo conseguir  lo que quiere                 69
9. Las funciones ejecutivas: las habilidades que conforman el autocontrol… y otras cosas               75
10. La naturaleza del TDAH y cómo dominarlo   96
11. Reconozca su TDAH     100

Tercer Paso: introduzca cambios en su cerebro                111

12. ¿Por qué tiene sentido probar la medicación?   113
13. Los estimulantes   121
14. Los no estimulantes   134
15. ¿Qué puede esperar del tratamiento?
16. Regla 1: ¡Deténgase!     151
17. Regla 2: Vea el pasado… y después, el futuro            155
18. Regla 3: Hable del pasado… y después del futuro     158
19. Regla 4: Exteriorice la información más importante                         162
20. Regla 5: Sienta el futuro    167
21. Regla 6: Divida su tarea… y haga que cada paso cuente                 172
22. Regla 7: Exteriorice, materialice y manipule los problemas   177
23. Regla 8: ¡Tenga sentido del humor!     182

Cuarto Paso: cambie de situación               185

24. La educación                   187
25. El trabajo                         198
26. El dinero   211
27. Las relaciones con las personas   219
28. Un peligro al volante y para su propia salud (los malos hábitos)    229
29. Otros problemas mentales y emocionales   242
30. Drogas y delitos    248

Apéndice: Análisis pormenorizado de los síntomas del TDAH   255
Recursos       263
Sobre los autores    279

Muchas  personas colaboraron en los proyectos  de investigación que hicieron posible la mayoría de los hallazgos plasmados en este libro, y todas ellas merecen mi más sincera  gratitud.  En primer  lugar, quisiera  agradecer  la colaboración de los doctores Mariellen Fischer y Kevin Murphy, con quienes he trabaja- do codo con codo en muchas investigaciones, incluidas las que llevamos a cabo gracias a las tres subvenciones estatales  otorgadas  por el Instituto  Nacional de Salud Mental y el Instituto Nacional de Pediatría y Desarrollo Humano, cuando trabajaba en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Tam- bién quiero  dar las gracias a Tracie Bush, Laura Montville, Lorri Bauer, Keith Douville, Cherie Horan,  Hope Schrader, Kent Shiffert y Peter Leo por ayudar- me a completar unos estudios  de investigación de tanta  envergadura. Muchas gracias también a todos  los adultos  con TDAH que  participaron en nuestros estudios  y a los que formaron parte de los grupos de control por compartir as- pectos  tan íntimos  de sus vidas con nosotros para  que pudiéramos aprender más sobre la naturaleza, el día a día y los impedimentos del TDAH y la forma de sobrellevarlo  en sujetos  adultos.  Una vez más, me gustaría  manifestar mi sincero reconocimiento a Kitty Moore y Seymour Weingarten de la editorial The Guilford Press por animarme y ayudarme en la publicación de este libro, y por una relación editorial que lleva brindándome apoyo más de 28 años.

i n t r o d u c c ión

Este libro está dirigido a usted si:

•   se le ha diagnosticado un Trastorno de Déficit de Atención/Hiperactivi- dad (TDAH) siendo adulto;
•   se le diagnosticó cuando era niño y aún tiene síntomas;
•   piensa que podría padecer TDAH porque tiene dificultades a la hora de…

–  concentrarse,
–  prestar atención,
–  organizarse,
–  planificar,
–  resolver problemas,
–  controlar sus emociones.

Este libro puede serle útil si:

•   quiere averiguar los datos científicos sobre qué es lo que va mal;
•   quiere encontrar el mejor tratamiento;
•   quiere  aprender  estrategias y adquirir  habilidades  para  superar  sus
síntomas;
•   quiere saber cómo potenciar sus puntos fuertes.

El TDAH es real. Y no solo afecta a los niños. He dedicado  más de 35 años a tratar, investigar y enseñar qué es el TDAH. Durante la mayoría de todos es- tos años, poca gente creía que los adultos  pudieran padecerlo. Ahora tenemos pruebas  científicas de que nada menos  que dos tercios de los niños con TDAH seguirán sufriéndolo cuando crezcan, lo que significa entre un 4% y un 5% de los adultos. Esto supone más de 11 millones de adultos solo en Estados Unidos.

Si es uno de estos adultos afectados (o piensa que podría serlo), este libro es para usted. Lo escribí porque creo que debería recoger el fruto de todo lo que hemos  aprendido durante décadas  de investigación. El TDAH es quizá uno de los trastornos mentales o emocionales más estudiados. De hecho,  la información y los consejos  contenidos en este libro se basan en más de 7000 estudios publicados durante todo el siglo pasado.

Hemos  llegado a entender bastante bien qué es el TDAH y cómo afecta al cerebro. Tenemos  una visión más clara que nunca de cómo y por qué esos sín- tomas convierten su vida diaria en un camino cuesta arriba.

Lo mejor de todo es que disponemos de tratamientos tan efectivos que muchos adultos terminan por tener la sensación de que por primera vez el terreno de juego de su vida está nivelado. 

En estas páginas,  va a conocer  a algunos de esos adultos.  Este libro también le ofrece una serie de estrategias basadas  en una teoría sobre el TDAH que he desarrollado y que pueden dar un giro radical a su vida en el trabajo, en casa y en la escuela, así como con su familia y amigos. 

Estas estrategias derivan del conocimiento científico sobre qué hay detrás  de sus síntomas, y pueden ayudarle  a tener éxito en cualquier cosa que considere importante, pues no es más que lo que se merece. El tiempo se me va de las manos y no puedo aprovecharlo como los demás adultos.  Mi mente y mi vida son un desastre. Casi nunca puedo organizarme en el trabajo  o en cualquier otra actividad como hace cualquier otro adulto que conozca.

Sé que no paro de cambiar de una cosa a otra, de un proyecto a otro, y esto vuelve locos a todos los que trabajan conmigo.  Pero tengo que hacer las cosas en cuanto  pienso en ellas, porque si no, se me olvidan y nunca las termino.

Cuando  era niña, no era capaz de estarme sentada y quieta,  y no sabía qué hacer con toda la energía que tenía. Siempre me sentí como un bicho raro y lo odiaba. Recuerdo  que tenía que ir cada día a la enfermería a tomar  mis medicinas… ¡era lo peor! Nadie quería ser mi amigo porque no encajaba con el resto. Nunca seré la chica tranquila del grupo, la reservada o la serena. Soy la chica extrovertida, a veces ruidosa (bueno, quizá más de lo que estoy dispuesta a admitir), intensa, algo papa- natas, sarcástica y divertida que de repente a todo el mundo le gusta tener cerca.

Pues esto es lo que pasó el fin de semana pasado y que irritó tanto a mi mujer. Saco el cortacésped el sábado por la mañana y me encuentro la lata de gasolina vacía, así que cojo mi Ford Explorer y voy a la gasolinera. 

Mientras estoy llenando la lata, me encuentro con un amigo que también viene a repostar. Al igual que yo, es aficionado a la pesca de la trucha y me dice que tiene una caña y unas botas de más, y me invita a pasar un rato en el arroyo. ¡Vamos!, le digo. Me meto en su coche y dejo el mío en la gasolinera. 

Pescamos durante una hora o así y después nos entra sed, así que nos acercamos al bar a tomarnos una cervecilla. Ya son las tres de la tarde cuando volve- mos a la gasolinera a recoger mi coche y vemos a la policía. Por lo visto, mi mujer les ha llamado porque cree que me ha pasado algo; solo he ido a por gasolina y ya llevo varias horas fuera de casa.

 Estaba furiosa conmigo, tanto que no me habló durante varios días. Pero así es cómo soy, me dejo llevar por lo que ocurre a mi alrededor y muchas  veces se me olvida qué tenía que hacer en un principio,  o sencillamente pierdo el interés en lo que estoy haciendo y paso a cualquier otra cosa que me salga en ese momento.

¿Es posible que padezca TDAH?

¿Le son familiares los testimonios que acaba de leer? Son las voces de adultos con TDAH. El primero  de ellos da justo en la tecla de lo que es el trastorno. Es una descripción concisa de las serias dificultades para administrarse el tiempo que acarrea el TDAH en la vida diaria de muchos adultos.

¿Tiene la sensación de no estar sincronizado con el reloj, con sus horarios o con su agenda? ¿Llega siempre tarde, se siente disperso o no sabe qué hacer en las limitadísimas horas que tiene el día? 

Si es así, sabe muy bien lo incómodo que es estar continuamente decepcionándose a sí mismo y a los demás  al entregar tarde las cosas o al hacer que los demás  siempre tengan  que esperarle. Sabe perfectamente lo duro que es mantener una imagen de adulto y compe- tente cuando las demás personas de su entorno piensan que no pueden contar con usted para que las cosas salgan bien. Quizá sea ya hora de cambiar todo esto.
¿Cómo describiría sus dificultades?

Obviamente, los problemas para  administrar su tiempo  no solo los causa  el TDAH, pero si experimenta algunas  de las dificultades  descritas  en los testi- monios anteriores, es posible que el TDAH sea el culpable. Si es así, hay muchas cosas que puede hacer para mejorar su vida.

Eche un vistazo a esta lista y marque las casillas en las que la respuesta pue- da ser sí.

  ¿Tiene dificultades para concentrarse?
  ¿Se distrae fácilmente?
  ¿Se considera muy impulsivo?

P R I ME R  P A S O :  P A R A EMP E Z A R ,  E V A L Ú ES E

  ¿Tiene dificultades para ser organizado?
  ¿Se ve incapaz de pensar con claridad?
  ¿Tiene la sensación de tener que estar siempre ocu- pado haciendo muchas cosas y casi nunca ser capaz de terminarlas?
  ¿La gente dice que habla mucho?
  ¿Le cuesta escuchar atentamente a los demás?
  ¿Interrumpe a los demás cuando están hablando o haciendo algo y después desearía habérselo pensa- do dos veces?
  ¿Le parece que su voz suena por encima de la de los demás?
  ¿Tiene dificultades para ir al grano cuando habla?
  ¿Se siente intranquilo a menudo?
  ¿Se le olvidan las cosas que tiene que hacer pero que no son urgentes?

Aunque  solo un análisis  profesional podría  decirle  con certeza  si padece TDAH, cuantas más respuestas afirmativas  haya dado a las preguntas de arri- ba, más probable  será que sufra este trastorno. Por el momento, lo que puedo asegurarle es que la gran cantidad  de datos recogidos demuestran que existe una correlación  entre los hechos  arriba descritos  (y cientos  de hechos  simila- res) y el TDAH en adultos.

Estos datos también nos muestran las consecuencias que acarrean  sus síntomas. El TDAH puede provocar que alguien se gaste todo el sueldo en algo que parece divertido en ese momento, de modo que se le hace imposible  ahorrar  lo suficiente  para pagar las facturas  o para las vacaciones, el coche o la casa que tanto deseará mañana, por satisfacer hoy un deseo que parece irresistible. Puede inducirle a invertir todo su dinero en algo que siendo un poco paciente y tras un mínimo análisis resulta ser algo tremendamente arriesgado. Asimismo, puede obligarle  a decir o a hacer cosas de las que más tarde se arrepienta. ¿Le suena?

No hay que ser hiperactivo para tener TDAH en la edad adulta.

No obstante, puede  que piense  que es imposible  que padezca TDAH. «¡Si no soy hiperactivo! Mi hermano (o mi hermana, mi sobrino,  mi amigo de la guardería, mi compañero de clase) tenía ese tras- torno de niño y era un rabo de lagartija, no paraba quieto y no dejaba de hacer cosas embarazosas. Yo no soy así.»

Una de las cosas que estamos  empezando a entender acerca del TDAH es que la hiperactividad se ve más en niños  que tienen  el trastorno y que luego remite gradualmente en la adolescencia y en la edad adulta. A menudo, lo único que queda  de la hiperactividad en los adultos  es esa sensación de intranquili- dad y esa necesidad de estar ocupado todo el tiempo que conoce tan bien.

1 .  ¿ E S  P O S I B L E  Q U E  P A D E Z C A T D A H ?
Todo lo que sabemos  sobre el TDAH en los adultos  proviene  di- rectamente de información científica:

•• Los datos recogidos desde 1991 en la Facultad  de Medicina  de la Universidad de Massachusetts, donde  se estableció  una de las primeras  clínicas  de Estados Unidos  para  tratar  el TDAH en adultos.

•• Los resultados  procedentes de un estudio  en el que participa- ron 158 niños con TDAH (y 81 sin), a quienes se observó hasta que alcanzaron la edad adulta.  Fue uno  de los estudios  más largos jamás llevados a cabo.

Si piensa  que  podría  tener  TDAH, hay muchas razones  para  hacerse  un diagnóstico:

•   Estamos encontrando  muchas respuestas que podrían ayudarle. La cien- cia entiende cada vez mejor el TDAH en los adultos, aunque no haga tan- to que se ha reconocido el trastorno a esta edad.

•   Este trastorno puede causarle más daño que muchos otros problemas psicológicos y puede perjudicarle en todo momento y dondequiera que vaya. El TDAH le limita en más áreas que la mayoría de los demás  trastornos observados en pacientes externos de diversas clínicas de salud mental.

•   Y hay mucha  más ayuda disponible, como distintos tratamientos y estrategias, que en cualquier otro trastorno que afecte a los adultos. El TDAH es uno de los trastornos psicológicos más tratables que existen.

¿Cuánto tiempo hace que tiene estas dificultades?

Si piensa en lo que ha perdido esforzándose en administrar su tiempo, concen- trarse o controlar sus impulsos, ¿diría que han sido solo semanas, meses o más bien años? Recuerde cuando era niño: ¿tenía ya estos problemas? ¿Recuerda ser incapaz  de estarse quieto en el pupitre, de terminar un proyecto o de respetar las reglas en el campo de juego?

Los adultos  con TDAH que he estudiado, diagnosticado y tratado  conser van distintos  recuerdos sobre los tipos de problemas que aparecían en la lista anterior. A muchos de ellos no se les había diagnosticado de niños. A veces el pediatra no creía que el TDAH fuera real o los padres no pensaban que «ser hiperactivo  o incapaz  de concentrarse fuera un motivo para  llevar al niño  al médico», tal como me contó un hombre  al que no se diagnosticó hasta la vein- tena. Puede que esas personas se hayan creído el mito de que no había nada tan

Si los síntomas son recientes y aparecen de forma repentina, por lo general se descarta el TDAH.  

A veces no se diagnostica el TDAH a la gente porque sus síntomas se encuentran en  un  área  intermedia entre este y otro trastorno o porque tienen  otras dificultades que enturbian la imagen.

Que no se le diagnosticara de niño no significa que no padezca TDAH.

Que se hayan reducido  las dificultades  que tenía cuando era niño a la hora de administrar su tiempo,  concentrarse o controlar sus impulsos  no implica que haya dejado de padecer TDAH. Ser hiperactivo  de pequeño y no de adulto no significa no tener  TDAH, aunque no haber tenido  ningún  síntoma de niño relacionado con este trastorno probablemente sí signifique  que no lo padece. Los síntomas propios del TDAH que se desarrollan solamente en la edad adulta o que son recientes  podrían estar causados  por algo distinto,  como una lesión cerebral u otra enfermedad no psicológica.

El 98% de los casos diagnosticados en nuestras clínicas y estudios registraban síntomas desde antes de los 16 años de edad.

Si no logra recordar  haber tenido  las mismas  dificultades  cuando era niño, podría preguntarle a alguien cercano, quizá a sus padres, a un hermano o a al- guien que le conociera  bien de pequeño. Irónicamente, los mismos problemas que dificultan a las personas con TDAH terminar las cosas a tiempo, tomar de- cisiones acertadas  e incluso llevarse bien con los demás pueden a su vez hacer que les resulte difícil recordar su propia historia con nitidez, por lo menos hasta que han  cumplido los 25-30 años. Explicaré esto de forma más extensa  en el Segundo paso.

No tuve dificultades de niño y no he tenido ninguna  lesión cerebral. ¿Es posible que el TDAH no me haya causado demasiados problemas porque soy inteligen- te? Siempre obtenía puntuaciones altas en los tests de inteligencia del colegio.

Con excepción  de la escuela  y, posiblemente, el trabajo, es muy poco pro- bable que su inteligencia pueda  protegerle de ciertas limitaciones; ya que no es el único  factor implicado  en ámbitos  como la familia, las relaciones  sociales, la conducción, la ejecución de acciones  ilegales, las adicciones,  las relaciones amorosas y de pareja, entre otros. Un coeficiente  intelectual alto no le habría protegido en estas áreas si hubiera sufrido los síntomas del TDAH.

La aparición repentina de dificultades en la edad adulta debe de estar causada por otros pro- blemas no relacionados con este trastorno.

Los niños y adolescentes con TDAH a los que he hecho un segui-miento hasta la edad adulta a menudo no saben hasta qué punto estos síntomas les afectan  o interfieren  en su vida diaria.  Nor-malmente, lo que los adultos con TDAH cuentan sobre sí mismos no empieza  a concordar con lo que explican los demás  hasta  la franja comprendida entre los 27 y los 32 años.

Creo que podría padecer TDAH ahora, aunque  cuando era más joven no tenía dificultades de concentración ni otros problemas similares. ¿Puede ser que es- tuviera compensándolo con otras estrategias?
En nuestro estudio,  los adultos  afirmaron que  el TDAH comprometía un promedio de 6 o 7 de cada 10 actividades importantes en su vida diaria. Esta afección causa serias dificultades en todos los ámbitos  de la vida adulta, desde la educación hasta el trabajo y la familia. Sería casi imposible  superar la niñez, la adolescencia y la juventud  solo  «com-

pensando» el  TDAH con  otras  habilida- des. A la mayoría  de los profesionales les resultaría  bastante difícil aceptar la idea de que el TDAH no hubiera  interferido  en el desarrollo  normal  de una persona hasta la edad adulta,  sin pruebas  de una  ayuda

Los síntomas deben llevar manifestándose al menos seis meses antes de tenerlos en cuenta al diagnosticar el TDAH.

extraordinaria por parte de sus padres y la escuela. El TDAH se define como la carencia de compensación durante la niñez, no como una compensación eficaz durante esta etapa.
¿Cuáles son sus síntomas?

Solo un profesional cualificado puede ayudarle a responder por completo a esta pregunta. Aun así, una respuesta afirmativa  a las siguientes  preguntas puede ayudarle  a decidir si realmente necesita  un análisis diagnóstico o no. En nues- tro estudio,  específico para el TDAH en adultos,  identificamos los nueve crite- rios siguientes como los más precisos a la hora de reconocer el trastorno:

  ¿Suele distraerse  fácilmente  con  estímulos  superfluos  o  pensamientos irrelevantes?
  ¿Toma decisiones de manera impulsiva?
  ¿Tiene dificultades para dejar de hacer cosas que no debería hacer o aban- donar un comportamiento que no debería tener?
  ¿Empieza un proyecto o tarea sin leer o escuchar las ins- trucciones con atención?
  ¿Es incapaz de cumplir las promesas o  compromisos que contrae con los demás?
  ¿Tiene problemas  para hacer las cosas en el  orden adecuado?
  ¿Conduce más rápido  que los demás; o si no con-
duce, le cuesta llevar a cabo actividades lúdicas o divertirse sin  hacerlo estrepitosamente?
  ¿Se le hace cuesta arriba prestar atención en tareas o actividades de ocio?
  ¿Encuentra difícil organizar tareas y actividades?
La cuarta  edición del Diagnostic and Statistical Manual  of Men- tal Disorders (DSM-IV) [Manual  diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Elsevier Masson, Barcelona,  2012], publica- do por la Asociación Americana  de Psiquiatría, utiliza 18 síntomas para diagnosticar el TDAH, 9 de ellos centrados en el déficit de atención y otros 9 en la hiperactividad e impulsividad.  Pero la lista (véase apéndice) se desarrolló  exclusivamente para diag- nosticar  a los niños.  Mis colaboradores y yo hemos  compilado datos de investigación que demuestran que la lista de 9 síntomas anterior  es más útil con adultos.  Uno de mis compañeros de in- vestigación, el doctor Stephen  Faraone,  realizó un estudio  inde- pendiente con sus propios grupos de adultos,  que demostró que estos síntomas definían  muy bien a los adultos con TDAH.


¿Ha marcado cuatro de los primeros siete síntomas de esta lista, o seis de los nueve totales? Si es así, es muy probable que usted padezca TDAH. En tal caso, debería  acudir  a un profesional de la salud  mental  especializado para  que le evaluara, si no lo ha hech

¿Cómo afectan estos síntomas a su vida?

El TDAH no es una categoría en la que usted entra o no, no es como el embarazo;  sino más bien como la estatura o la inteligencia. Piense  en ello como en una  dimensión, en cuya escala se sitúan  personas distintas en distintos puntos.
Los síntomas son la manera en la que el trastorno se manifiesta en forma de pensamientos y acciones.  Las limitaciones son las consecuencias adversas resultantes de la externalización de esos síntomas. La siguiente tabla enumera las dificultades típicas que causa el TDAH en la niñez y en edades más avanzadas.
Limitaciones típicas en la infancia

•  Estrés y conflictividad familiar
•  Relaciones problemáticas con los compañeros
•  Pocos o ningún  amigo íntimo
•  Comportamiento inadecuado en las tiendas, la iglesia u otros escenarios públicos hasta el punto  de no ser bienvenidos
•  Poca atención a la seguridad, accidentes y lesiones frecuentes
•  Lento desarrollo  del cuidado personal propio
•  Lento desarrollo de la responsabilidad personal
•  Rendimiento escolar muy por debajo de la media
•  Pocos años de escolarización

Limitaciones típicas
en la adolescencia y la edad adulta

•  Bajo rendimiento laboral
•  Cambios de trabajo frecuentes
•  Comportamiento sexual irresponsable, embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual
•  Conducción temeraria (velocidad, accidentes frecuentes)
•  Dificultad para administrarse (gasto impulsivo, uso excesivo de la tarjeta de crédito, impago de deudas, incapacidad para ahorrar)
•  Problemas en las relaciones amorosas o de pareja

Menos comunes, pero también notables:
•  Actividades antisociales (mentir, robar, buscar pelea) que le llevan con frecuencia a tratar con la policía e, incluso, a noches en el calabozo o penas de cárcel; a menudo asociadas con un mayor riesgo de consumo y abuso de drogas ilegales
•  Estilo de vida no muy sano (poco ejercicio; más entretenimiento sedentario como videojuegos, televisión, Internet; obesidad, atracones, bulimia,  malos hábitos alimenticios;  abuso de nicotina y alcohol) y, por lo tanto, mayor riesgo de enfermedad coronar

¿Qué hacer ahora?

A estas  alturas,  debería  tener  una  idea  más  aproximada sobre  si tiene  o no
TDAH y sobre si debería considerar acudir a un profesional:

  ¿Tiene por lo menos seis de estos últimos nueve síntomas?
  ¿Están presentes en su vida de forma habitual?
  ¿Hace como mínimo 6 meses que sufre estas dificultades?
  ¿Se desarrollaron durante su niñez o adolescencia (antes de los 16 años)?
  ¿Sus síntomas habituales le han acarreado consecuencias adversas  (difi- cultades) en uno o más ámbitos (educación, trabajo, relaciones sociales, re- laciones amorosas o de pareja, al administrar su dinero, al conducir, etc.)?
  ¿Le acarrearon consecuencias adversas en su infancia?


Si la respuesta a todas estas preguntas es afirmativa, existen muchas proba- bilidades de que padezca TDAH. Siga leyendo para saber qué hacer al respecto.

 sobre los autores

el doctor russell a. barkley es conocido internacionalmente por su larga tra- yectoria en la investigación del TDAH y sus esfuerzos para educar a profesiona- les y al público en general. Es profesor clínico de Psiquiatría en la Universidad Médica de Carolina del Sur y profesor investigador de Psiquiatría en la universi- dad estatal Upstate Medical University de Syracuse (Nueva York). Premiado por la Academia Americana de Pediatría y por la Asociación Americana de Psicolo- gía, entre otros, el Dr. Barkley ha publicado muchos libros sobre el TDAH y los trastornos relacionados. Su web es www.russellbarkley.org.

chistine m. benton es escritora y editora.

Í n d ic e

agradecimientos                   11 

introducción   13

Primer Paso: Para empezar, evalúese      15

1. ¿es posible que padezca tdaH?              17

¿Cómo describiría  sus dificultades?         17

¿Cuánto tiempo hace que tiene estas dificultades?          19

¿Cuáles son sus síntomas?                        21

¿Cómo afectan estos síntomas a su vida?                        23

¿Qué hacer ahora?               24

2. ¿es capaz de sobrellevar los problemas sin ayuda?    25

¿Es la causa de sus síntomas algo distinto, como un problema médico?                    26


¿Es el TDAH la explicación a todo lo que le pasa?          26
El tratamiento más efectivo, la medicación, requiere receta médica     27


¿Cuáles son exactamente sus puntos fuertes y sus puntos débiles?     28

3. ¿a quién puede acudir en busca de ayuda?                   29

Cómo encontrar a un profesional experto en TDAH   29

Preguntas que debe hacer antes de concertar la visita    30

4. ¿Qué necesita para el análisis?              32

Prepárese: qué esperar y qué llevar          32

Vaya con la mente abierta    33

Céntrese en obtener respuestas   35

Tests psicológicos típicos que se llevan a cabo durante un análisis      35
5. ¿Qué le dirá el análisis? 37

¿Coinciden sus síntomas con los criterios del TDAH?   38

¿Cómo afectan realmente esos síntomas a su vida?       41

¿Podrá aceptar las conclusiones del médico?                  42

Cuando sus síntomas no coinciden con los del TDAH     44

¿Qué pasa si sigue sin estar de acuerdo con las conclusiones del médico?                47

segundo Paso: cambie de actitud               50

Conozca y reconozca  su TDAH   50

6. conozca su tdaH    52

¿Qué es lo que va mal psicológicamente cuando se tiene TDAH?   52

Cinco áreas de dificultad para llevar a cabo sus actividades diarias      55

El TDAH en los adultos no es un mero trastorno de falta de atención   62

7. resistir a los impulsos, el primer paso hacia el autocontrol                63

Arrastrado por las distracciones                 63

Polvorilla    65

De piñón fijo   67

8. autocontrol: cómo conseguir lo que quiere                   69

Los seis componentes del autocontrol   70

9. las funciones ejecutivas: las habilidades que conforman el autocontrol… y otras cosas                75

La memoria de trabajo no verbal: utilizar la visión de la mente     78

Memoria de trabajo verbal: utilizar la voz de la mente     83

Autocontrol de las emociones: usar el corazón de la mente                    88

Planificación y resolución de problemas: utilizar el área de recreo de su mente          92

10. la naturaleza del tdaH y cómo dominarlo                    96

Miope ante el futuro    96

Tratar su propio TDAH: el panorama general    97

Adapte la solución a su problema específico    97

11. reconozca su tdaH          100

Una explicación, no una excusa                  101

Tener TDAH no es culpa suya, pero aceptarlo sí es su responsabilidad                       101

tercer Paso: introduzca cambios en su cerebro                111

Medicarse para controlar el TDAH            111

12. ¿Por qué tiene sentido probar la medicación?            113

La medicación funciona        113

¿Por qué es tan eficaz la medicación?      114

¿Entre cuántos medicamentos puedo elegir?                   118

13. los estimulantes              121

¿Cómo ayudan los estimulantes?   122

¿Son seguros los estimulantes?                124

¿Qué efectos secundarios puedo experimentar?              126

¿Qué opciones tengo?    129

14. los no estimulantes         134

Atomoxetina (Strattera)        134

¿Es segura la atomoxetina?                       136
Bupropión (Wellbutrin)   138

15. ¿Qué puede esperar del tratamiento? 140

Someterle a un reconocimiento físico y una entrevista    140

Buscar el medicamento correcto                141

Realizar un seguimiento del tratamiento   143

Echarle una mano a la medicación             146

cuarto Paso: cambie de vida                       149

Reglas para tener éxito en la vida diaria    149

16. regla 1: ¡deténgase!       151

Descubra dónde le perjudica más su impulsividad          152

17. regla 2: vea el pasado… y después, el futuro              155

Identifique dónde residen los puntos débiles de su memoria de trabajo no verbal        156

18. regla 3: Hable del pasado… y después del futuro       158

Identifique los principales problemas que le causa su memoria de trabajo verbal      159

19. regla 4: exteriorice la información más importante    162

¿En qué sigue teniendo muchos problemas a pesar de todo lo que se esfuerza?       163
20. regla 5: sienta el futuro   167

Averigüe dónde se encuentra menos motivado para terminar las cosas                      168

21. regla 6: divida su tarea… y haga que cada paso cuente                   172

¿Qué hace que sus metas siempre le parezcan tan lejanas?                 172

22. regla 7: exteriorice, materialice y manipule los problemas              177

Sepa en qué aspecto de su vida tiene los problemas más complicados o urgentes    177

Sea consciente del tipo de ayuda externa que mejor le funciona            178

23. regla 8: ¡tenga sentido del humor!        182

Quinto Paso: cambie de situación               185

Domine el TDAH en los ámbitos específicos de su vida    185
24. la educación                    187

Sepa a qué se enfrenta         188

Prepare el terreno                 190

Consejos para que le vaya bien en los estudios     193

25. el trabajo  198

Encuentre el trabajo adecuado para usted    199

Prepare el terreno para que le vaya bien en el trabajo    207

Recupere las ventajas de las que le priva el TDAH         208

26. el dinero   21
Por qué los asuntos económicos le resultan un reto… y qué puede hacer al respecto                       212

Tome el control de su dinero                       215

27. las relaciones con las personas            219

Cuando sus emociones le hacen perder el control           220

Cuando el TDAH le deja sin conciencia de sí mismo    221

Cuando el TDAH emborrona el guión de su vida             221

Parejas y cónyuges              222

Ser padres     224

Las amistades                       228

un peligro al volante y para su propia salud (los malos hábitos)            229

Conduzca de forma segura                         230

Evite las heridas                   235

Haga del sexo un asunto seguro                237

Reduzca los riesgos para su salud y los malos hábitos    238

otros problemas mentales y emocionales                         242

Trastorno negativista desafiante                 243

Trastorno de la conducta o personalidad antisocial     244

Ansiedad        245

Depresión    246

drogas y delitos                    248

¿Qué le aporta consumir drogas?    249

Evite (o deje) la trampa de las drogas       254
apéndice: análisis pormenorizado de los síntomas del tdaH                   255

Criterios oficiales para el diagnóstico del TDAH   255

Síntomas relacionados con la hiperactividad y la impulsividad:             256

Otros síntomas asociados con el TDAH en la edad adulta     256

recursos         263

Fuentes de datos científicos    263

Lecturas adicionales   264

Páginas web    266

Centros especializados en TDAH   270

sobre los autores                  279
http://www.atencion.org