sábado, 15 de junio de 2013

Tiempos de reflexion


Hoy les quiero dejar un mensaje que, si bien tiene un vínculo directo con el Deficit de Atención e Hiperactividad, que es el tema central de mi interés, tiene mucha mayor amplitud y abarca hoy a toda la Salud Mental.

 Quisiera hacerlos partícipes de mi vivencia de incomodidad, responsable de mi silencio de este último mes, y compartir una reflexión que, es mi esperanza, ayude a abrir puertas hacia el camino del cambio. Tuve la oportunidad de estar en San Francisco, para el lanzamiento del nuevo DSM 5 y me ha llevado un tiempo pensar en lo que esta sucediendo.

 Entrar en la web o redes sociales , leer diarios o revistas, ver programas periodísticos, etc, implicó encontrarme con un aluvión de OPINIONES salvaje y desaprensivamente emitidas, sospechosamente coincidiendo con el lanzamiento y la publicación oficial del Nuevo Manual de Desordenes Mentales DSM 5.
Me tocó ser testigo de manifestaciones que aclaman porque se abandone el tratamiento farmacológico en niños...

Pero hablar no es es inocente.

 Emitir opiniones o juicios es tomar una posición o un partido que implica otorgar valoración a lo dicho. Opinar es maravilloso, los seres humanos somos animales emisores de juicios.

El problema surge cuando afirmar y expresar en juicios, opiniones que pretenden ser portadoras de verdades absolutas, genera mas daño que el silencio.
No importa quien las emita.

Obviamente suele tener más validación si es emitida por un catedrático, o una autoridad en educación, o en salud, pero en definitiva somos todos seres humanos influenciados por nuestras creencias, emociones o intereses.

 Las diversas opiniones enriquecen, pero debemos acostumbrarnos a escuchar sabiendo cuales son las fuentes en que cada uno basa sus conclusiones.
No creo que Tom Cruise haga medicina basada en la evidencia.

Porque, por ejemplo, si es invocada como fuente una nota brindada hace varios años por un catedrático reconocido, muchos darán por verdadera esa opinión solo por la investidura que lo distinguiera, ignorando que dicha opinión fue producto de un error de traducción, que el mencionado catedrático, ya fallecido, nunca podrá aclarar.

 Cuando la web, que es una maravillosa red que permite conectarnos en forma instantánea con lo que sucede en el mundo entero, está infectada cada dia mas por juicios falsos y opiniones sin fundamento científico alguno, puede tornarse una telaraña que atrapará en sus hilos a niños, adolescentes y adultos convencidos de haber recibido una información verdadera. 
Y crecen negocios, y multiples ofertas de tratamientos que prometen cosas incumplibles.

El periodismo, muchas asociaciones y profesionales de diferentes áreas persiguen cada uno sus propios intereses. Porque el EGO sigue cotizando en bolsa.

 Pero en esa maraña, lo que se suscita es confusión y caos. Para padres, que confundidos evitan tratar niños que como en el caso del TDAH afectados por un desorden del neurodesarrollo, tienen altísimas posibilidades de padecer adicción a drogas. De esas que no las recetamos los médicos.

Debemos acostumbrarnos a ser mas cuidadosos, mas críticos, a estar mas atentos, a considerar que no porque algo esté publicado, es necesariamente verdadero.
 Pues la ciencia es también el cementerio de las verdades del pasado.







Porque en el momento actual los avances de las neurociencias nos brindan muchísimos datos que recién ahora están teniendo sentido.







Porque aún cuando un trabajo de investigación provenga de Harvard, debemos conocerlo en su totalidad,teniendo en cuenta algunos datos básicos :
 Cuantos sujetos formaron la población del estudio?
Como los seleccionaron?
Quien publicó el trabajo?
De donde provinieron los fondos para la investigación, por ejemplo?
No estoy sesgando mi juicio, solo deseo mostrarles una realidad contundente. Sobran opinólogos sin fundamento, o con fundamentos obsoletos y caducos.

La Salud Mental sigue aún hoy basando sus diagnósticos en escuchar y observar los síntomas que un sujeto manifiesta.

Es aún hoy una danza de subjetividades.

Pero lo que si sabemos es que, mas alla de los defectos, fueron la aparición de los Manuales DSM, los que a partir de 1980 permitieron hacer hincapié en unificar los criterios que permitieron darle a la Salud Mental ingreso nuevamente en las categorías de la Medicina.
Aunque el DSM 5 sea motivo de grandes controversias, porque presenta aún múltiples fallas, permitió que hayan habido grandes avances en las neurociencias y en el seguimiento de tratamientos que midieron recuperación y cambio.

Hablar y enjuiciar seguirá sin embargo siendo una parte esencial del ser humano. 

Y aún con vastas evidencias de sufrimiento, de sintomatología, de manifestaciones en la conducta, emociones o pensamiento, muchos siguen descreyendo de la importancia de conocer el funcionamiento del cerebro.

Mi preocupación se centra en que mientras la polémica ocupa el centro de la escena, diariamente miles de personas terminan con su vida. 


 Y en este milenio donde la medicina está enfocada en la prevención, donde nos preocupa el estrés, las adicciones, el tabaquismo, el cáncer, los accidentes automovilísticos y el colesterol, nos distraemos olvidándonos de que el padecimiento crónico de las enfermedades mentales sin tratamiento adecuado sigue sumando muertes.

El TDAH solamente, por no mencionar otros desordenes mentales, deja a la población que lo padece 8 veces mas expuesta al riesgo de suicidio. Sólo mencionaré aqui, algunas de las consecuencias que tiene vivir con TDAH: repeticiones de grado, fracaso o inestabilidad académica y/o laboral, dificultades vinculares, adicciones o accidentes automovilísticos, etc. Este es solo un pequeño listado de problemas que podrían evitarse o disminuirse con el diagnostico precoz y un tratamiento adecuado.

Pero seguimos perdiendo tiempo en medio de grandes peleas y polémicas, que sirven, a mi criterio, solo para agrandar el ego de quienes siguen gobernados por la ambición del poder creyendo que los hace dueños de la verdad.

Tampoco, ya lo dije, la ciencia porta verdades absolutas e inmutables. 
Lo son hasta ser nuevamente desafiadas por una nueva observación. 
Para lo cual debemos estar permanentemente atentos al estudio, que no puede esperar la publicación de libros.

Pero si hoy las investigaciones serias, nos conducen en forma clara a obtener una mejoría significativa del sufrimiento crónico y estan sostenidas por evidencia científica comprobable empíricamente, debemos abrir nuestras mentes y ampliar nuestros conocimientos.




Porque al seguir con las controversias con el DSM 5, o con el ICD 10, y al persistir con la resistencia a diagnosticar y medicar a niños, que son en realidad víctimas de un trastorno del desarrollo que tiene tratamiento, seguimos ignorando los millones de sujetos que terminan con su vida mientras continuamos discutiendo sin rumbo. 

Trabajemos en pos de apoyar los avances de las ciencias, vigilemos atentamente las Fuentes y leamos, estudiemos, aceptemos que debemos dedicarle muchas horas de trabajo a nuestras capacitación, en especial aquellos que tenemos una mayor responsabilidad por nuestro rol en la prestación de la Salud.

 Un niño que deja de accionar sin gobierno, un adolescente que escucha o un adulto que puede hacerse cargo muchas veces pueden hacerlo después de haber recibido la posibilidad de ser aceptados, no es que no quieren no pueden cambiar sus respuestas.


Pensemos, reflexionemos, abandonemos los bandos y unamos las fuerzas en pos de una ciencia que tenga como valor esencial la vida humana, para que cada dia menos seres decidan terminar con ella, y mas puedan encontrar la oportunidad que merecen.



Norma Echavarria
Médica Psiquiatra.

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