lunes, 17 de junio de 2013

Tomar el control del TDAH en la edad adulta Russell A. Barkley


Primer capítulo de

Autores: Russell A. Barkley, con la colaboración de Christine M. Benton

Título original: Taking Charge of Adult ADHD, The Guilford Press, 2010

Traducción al castellano: Manuel León Urrutia

Revisión de la traducción: Beatriz Vega López

Dirección médica: J. Antoni Ramos-Quiroga. (Coordinador del Programa de TDAH del Hospital Universitari Vall d’Hebron. Investigador del CIBERSAM. Profesor asociado  de la Universitat Autònoma de Barcelona.)

Sumario

Agradecimientos     11


Introducción   13

Primer Paso: Para empezar, evalúese      15

1. ¿Es posible que padezca TDAH?          17
2. ¿Es capaz de sobrellevar los problemas sin ayuda?   25
3. ¿A quién puede acudir en busca de ayuda?                  29
4. ¿Qué necesita para el análisis?              32
5. ¿Qué le dirá el análisis? 37

Segundo Paso: cambie de actitud               50

6. Conozca su TDAH   52
7. Resistir a los impulsos, el primer paso hacia el autocontrol               63
8. Autocontrol: cómo conseguir  lo que quiere                 69
9. Las funciones ejecutivas: las habilidades que conforman el autocontrol… y otras cosas               75
10. La naturaleza del TDAH y cómo dominarlo   96
11. Reconozca su TDAH     100

Tercer Paso: introduzca cambios en su cerebro                111

12. ¿Por qué tiene sentido probar la medicación?   113
13. Los estimulantes   121
14. Los no estimulantes   134
15. ¿Qué puede esperar del tratamiento?
16. Regla 1: ¡Deténgase!     151
17. Regla 2: Vea el pasado… y después, el futuro            155
18. Regla 3: Hable del pasado… y después del futuro     158
19. Regla 4: Exteriorice la información más importante                         162
20. Regla 5: Sienta el futuro    167
21. Regla 6: Divida su tarea… y haga que cada paso cuente                 172
22. Regla 7: Exteriorice, materialice y manipule los problemas   177
23. Regla 8: ¡Tenga sentido del humor!     182

Cuarto Paso: cambie de situación               185

24. La educación                   187
25. El trabajo                         198
26. El dinero   211
27. Las relaciones con las personas   219
28. Un peligro al volante y para su propia salud (los malos hábitos)    229
29. Otros problemas mentales y emocionales   242
30. Drogas y delitos    248

Apéndice: Análisis pormenorizado de los síntomas del TDAH   255
Recursos       263
Sobre los autores    279

Muchas  personas colaboraron en los proyectos  de investigación que hicieron posible la mayoría de los hallazgos plasmados en este libro, y todas ellas merecen mi más sincera  gratitud.  En primer  lugar, quisiera  agradecer  la colaboración de los doctores Mariellen Fischer y Kevin Murphy, con quienes he trabaja- do codo con codo en muchas investigaciones, incluidas las que llevamos a cabo gracias a las tres subvenciones estatales  otorgadas  por el Instituto  Nacional de Salud Mental y el Instituto Nacional de Pediatría y Desarrollo Humano, cuando trabajaba en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Tam- bién quiero  dar las gracias a Tracie Bush, Laura Montville, Lorri Bauer, Keith Douville, Cherie Horan,  Hope Schrader, Kent Shiffert y Peter Leo por ayudar- me a completar unos estudios  de investigación de tanta  envergadura. Muchas gracias también a todos  los adultos  con TDAH que  participaron en nuestros estudios  y a los que formaron parte de los grupos de control por compartir as- pectos  tan íntimos  de sus vidas con nosotros para  que pudiéramos aprender más sobre la naturaleza, el día a día y los impedimentos del TDAH y la forma de sobrellevarlo  en sujetos  adultos.  Una vez más, me gustaría  manifestar mi sincero reconocimiento a Kitty Moore y Seymour Weingarten de la editorial The Guilford Press por animarme y ayudarme en la publicación de este libro, y por una relación editorial que lleva brindándome apoyo más de 28 años.

i n t r o d u c c ión

Este libro está dirigido a usted si:

•   se le ha diagnosticado un Trastorno de Déficit de Atención/Hiperactivi- dad (TDAH) siendo adulto;
•   se le diagnosticó cuando era niño y aún tiene síntomas;
•   piensa que podría padecer TDAH porque tiene dificultades a la hora de…

–  concentrarse,
–  prestar atención,
–  organizarse,
–  planificar,
–  resolver problemas,
–  controlar sus emociones.

Este libro puede serle útil si:

•   quiere averiguar los datos científicos sobre qué es lo que va mal;
•   quiere encontrar el mejor tratamiento;
•   quiere  aprender  estrategias y adquirir  habilidades  para  superar  sus
síntomas;
•   quiere saber cómo potenciar sus puntos fuertes.

El TDAH es real. Y no solo afecta a los niños. He dedicado  más de 35 años a tratar, investigar y enseñar qué es el TDAH. Durante la mayoría de todos es- tos años, poca gente creía que los adultos  pudieran padecerlo. Ahora tenemos pruebas  científicas de que nada menos  que dos tercios de los niños con TDAH seguirán sufriéndolo cuando crezcan, lo que significa entre un 4% y un 5% de los adultos. Esto supone más de 11 millones de adultos solo en Estados Unidos.

Si es uno de estos adultos afectados (o piensa que podría serlo), este libro es para usted. Lo escribí porque creo que debería recoger el fruto de todo lo que hemos  aprendido durante décadas  de investigación. El TDAH es quizá uno de los trastornos mentales o emocionales más estudiados. De hecho,  la información y los consejos  contenidos en este libro se basan en más de 7000 estudios publicados durante todo el siglo pasado.

Hemos  llegado a entender bastante bien qué es el TDAH y cómo afecta al cerebro. Tenemos  una visión más clara que nunca de cómo y por qué esos sín- tomas convierten su vida diaria en un camino cuesta arriba.

Lo mejor de todo es que disponemos de tratamientos tan efectivos que muchos adultos terminan por tener la sensación de que por primera vez el terreno de juego de su vida está nivelado. 

En estas páginas,  va a conocer  a algunos de esos adultos.  Este libro también le ofrece una serie de estrategias basadas  en una teoría sobre el TDAH que he desarrollado y que pueden dar un giro radical a su vida en el trabajo, en casa y en la escuela, así como con su familia y amigos. 

Estas estrategias derivan del conocimiento científico sobre qué hay detrás  de sus síntomas, y pueden ayudarle  a tener éxito en cualquier cosa que considere importante, pues no es más que lo que se merece. El tiempo se me va de las manos y no puedo aprovecharlo como los demás adultos.  Mi mente y mi vida son un desastre. Casi nunca puedo organizarme en el trabajo  o en cualquier otra actividad como hace cualquier otro adulto que conozca.

Sé que no paro de cambiar de una cosa a otra, de un proyecto a otro, y esto vuelve locos a todos los que trabajan conmigo.  Pero tengo que hacer las cosas en cuanto  pienso en ellas, porque si no, se me olvidan y nunca las termino.

Cuando  era niña, no era capaz de estarme sentada y quieta,  y no sabía qué hacer con toda la energía que tenía. Siempre me sentí como un bicho raro y lo odiaba. Recuerdo  que tenía que ir cada día a la enfermería a tomar  mis medicinas… ¡era lo peor! Nadie quería ser mi amigo porque no encajaba con el resto. Nunca seré la chica tranquila del grupo, la reservada o la serena. Soy la chica extrovertida, a veces ruidosa (bueno, quizá más de lo que estoy dispuesta a admitir), intensa, algo papa- natas, sarcástica y divertida que de repente a todo el mundo le gusta tener cerca.

Pues esto es lo que pasó el fin de semana pasado y que irritó tanto a mi mujer. Saco el cortacésped el sábado por la mañana y me encuentro la lata de gasolina vacía, así que cojo mi Ford Explorer y voy a la gasolinera. 

Mientras estoy llenando la lata, me encuentro con un amigo que también viene a repostar. Al igual que yo, es aficionado a la pesca de la trucha y me dice que tiene una caña y unas botas de más, y me invita a pasar un rato en el arroyo. ¡Vamos!, le digo. Me meto en su coche y dejo el mío en la gasolinera. 

Pescamos durante una hora o así y después nos entra sed, así que nos acercamos al bar a tomarnos una cervecilla. Ya son las tres de la tarde cuando volve- mos a la gasolinera a recoger mi coche y vemos a la policía. Por lo visto, mi mujer les ha llamado porque cree que me ha pasado algo; solo he ido a por gasolina y ya llevo varias horas fuera de casa.

 Estaba furiosa conmigo, tanto que no me habló durante varios días. Pero así es cómo soy, me dejo llevar por lo que ocurre a mi alrededor y muchas  veces se me olvida qué tenía que hacer en un principio,  o sencillamente pierdo el interés en lo que estoy haciendo y paso a cualquier otra cosa que me salga en ese momento.

¿Es posible que padezca TDAH?

¿Le son familiares los testimonios que acaba de leer? Son las voces de adultos con TDAH. El primero  de ellos da justo en la tecla de lo que es el trastorno. Es una descripción concisa de las serias dificultades para administrarse el tiempo que acarrea el TDAH en la vida diaria de muchos adultos.

¿Tiene la sensación de no estar sincronizado con el reloj, con sus horarios o con su agenda? ¿Llega siempre tarde, se siente disperso o no sabe qué hacer en las limitadísimas horas que tiene el día? 

Si es así, sabe muy bien lo incómodo que es estar continuamente decepcionándose a sí mismo y a los demás  al entregar tarde las cosas o al hacer que los demás  siempre tengan  que esperarle. Sabe perfectamente lo duro que es mantener una imagen de adulto y compe- tente cuando las demás personas de su entorno piensan que no pueden contar con usted para que las cosas salgan bien. Quizá sea ya hora de cambiar todo esto.
¿Cómo describiría sus dificultades?

Obviamente, los problemas para  administrar su tiempo  no solo los causa  el TDAH, pero si experimenta algunas  de las dificultades  descritas  en los testi- monios anteriores, es posible que el TDAH sea el culpable. Si es así, hay muchas cosas que puede hacer para mejorar su vida.

Eche un vistazo a esta lista y marque las casillas en las que la respuesta pue- da ser sí.

  ¿Tiene dificultades para concentrarse?
  ¿Se distrae fácilmente?
  ¿Se considera muy impulsivo?

P R I ME R  P A S O :  P A R A EMP E Z A R ,  E V A L Ú ES E

  ¿Tiene dificultades para ser organizado?
  ¿Se ve incapaz de pensar con claridad?
  ¿Tiene la sensación de tener que estar siempre ocu- pado haciendo muchas cosas y casi nunca ser capaz de terminarlas?
  ¿La gente dice que habla mucho?
  ¿Le cuesta escuchar atentamente a los demás?
  ¿Interrumpe a los demás cuando están hablando o haciendo algo y después desearía habérselo pensa- do dos veces?
  ¿Le parece que su voz suena por encima de la de los demás?
  ¿Tiene dificultades para ir al grano cuando habla?
  ¿Se siente intranquilo a menudo?
  ¿Se le olvidan las cosas que tiene que hacer pero que no son urgentes?

Aunque  solo un análisis  profesional podría  decirle  con certeza  si padece TDAH, cuantas más respuestas afirmativas  haya dado a las preguntas de arri- ba, más probable  será que sufra este trastorno. Por el momento, lo que puedo asegurarle es que la gran cantidad  de datos recogidos demuestran que existe una correlación  entre los hechos  arriba descritos  (y cientos  de hechos  simila- res) y el TDAH en adultos.

Estos datos también nos muestran las consecuencias que acarrean  sus síntomas. El TDAH puede provocar que alguien se gaste todo el sueldo en algo que parece divertido en ese momento, de modo que se le hace imposible  ahorrar  lo suficiente  para pagar las facturas  o para las vacaciones, el coche o la casa que tanto deseará mañana, por satisfacer hoy un deseo que parece irresistible. Puede inducirle a invertir todo su dinero en algo que siendo un poco paciente y tras un mínimo análisis resulta ser algo tremendamente arriesgado. Asimismo, puede obligarle  a decir o a hacer cosas de las que más tarde se arrepienta. ¿Le suena?

No hay que ser hiperactivo para tener TDAH en la edad adulta.

No obstante, puede  que piense  que es imposible  que padezca TDAH. «¡Si no soy hiperactivo! Mi hermano (o mi hermana, mi sobrino,  mi amigo de la guardería, mi compañero de clase) tenía ese tras- torno de niño y era un rabo de lagartija, no paraba quieto y no dejaba de hacer cosas embarazosas. Yo no soy así.»

Una de las cosas que estamos  empezando a entender acerca del TDAH es que la hiperactividad se ve más en niños  que tienen  el trastorno y que luego remite gradualmente en la adolescencia y en la edad adulta. A menudo, lo único que queda  de la hiperactividad en los adultos  es esa sensación de intranquili- dad y esa necesidad de estar ocupado todo el tiempo que conoce tan bien.

1 .  ¿ E S  P O S I B L E  Q U E  P A D E Z C A T D A H ?
Todo lo que sabemos  sobre el TDAH en los adultos  proviene  di- rectamente de información científica:

•• Los datos recogidos desde 1991 en la Facultad  de Medicina  de la Universidad de Massachusetts, donde  se estableció  una de las primeras  clínicas  de Estados Unidos  para  tratar  el TDAH en adultos.

•• Los resultados  procedentes de un estudio  en el que participa- ron 158 niños con TDAH (y 81 sin), a quienes se observó hasta que alcanzaron la edad adulta.  Fue uno  de los estudios  más largos jamás llevados a cabo.

Si piensa  que  podría  tener  TDAH, hay muchas razones  para  hacerse  un diagnóstico:

•   Estamos encontrando  muchas respuestas que podrían ayudarle. La cien- cia entiende cada vez mejor el TDAH en los adultos, aunque no haga tan- to que se ha reconocido el trastorno a esta edad.

•   Este trastorno puede causarle más daño que muchos otros problemas psicológicos y puede perjudicarle en todo momento y dondequiera que vaya. El TDAH le limita en más áreas que la mayoría de los demás  trastornos observados en pacientes externos de diversas clínicas de salud mental.

•   Y hay mucha  más ayuda disponible, como distintos tratamientos y estrategias, que en cualquier otro trastorno que afecte a los adultos. El TDAH es uno de los trastornos psicológicos más tratables que existen.

¿Cuánto tiempo hace que tiene estas dificultades?

Si piensa en lo que ha perdido esforzándose en administrar su tiempo, concen- trarse o controlar sus impulsos, ¿diría que han sido solo semanas, meses o más bien años? Recuerde cuando era niño: ¿tenía ya estos problemas? ¿Recuerda ser incapaz  de estarse quieto en el pupitre, de terminar un proyecto o de respetar las reglas en el campo de juego?

Los adultos  con TDAH que he estudiado, diagnosticado y tratado  conser van distintos  recuerdos sobre los tipos de problemas que aparecían en la lista anterior. A muchos de ellos no se les había diagnosticado de niños. A veces el pediatra no creía que el TDAH fuera real o los padres no pensaban que «ser hiperactivo  o incapaz  de concentrarse fuera un motivo para  llevar al niño  al médico», tal como me contó un hombre  al que no se diagnosticó hasta la vein- tena. Puede que esas personas se hayan creído el mito de que no había nada tan

Si los síntomas son recientes y aparecen de forma repentina, por lo general se descarta el TDAH.  

A veces no se diagnostica el TDAH a la gente porque sus síntomas se encuentran en  un  área  intermedia entre este y otro trastorno o porque tienen  otras dificultades que enturbian la imagen.

Que no se le diagnosticara de niño no significa que no padezca TDAH.

Que se hayan reducido  las dificultades  que tenía cuando era niño a la hora de administrar su tiempo,  concentrarse o controlar sus impulsos  no implica que haya dejado de padecer TDAH. Ser hiperactivo  de pequeño y no de adulto no significa no tener  TDAH, aunque no haber tenido  ningún  síntoma de niño relacionado con este trastorno probablemente sí signifique  que no lo padece. Los síntomas propios del TDAH que se desarrollan solamente en la edad adulta o que son recientes  podrían estar causados  por algo distinto,  como una lesión cerebral u otra enfermedad no psicológica.

El 98% de los casos diagnosticados en nuestras clínicas y estudios registraban síntomas desde antes de los 16 años de edad.

Si no logra recordar  haber tenido  las mismas  dificultades  cuando era niño, podría preguntarle a alguien cercano, quizá a sus padres, a un hermano o a al- guien que le conociera  bien de pequeño. Irónicamente, los mismos problemas que dificultan a las personas con TDAH terminar las cosas a tiempo, tomar de- cisiones acertadas  e incluso llevarse bien con los demás pueden a su vez hacer que les resulte difícil recordar su propia historia con nitidez, por lo menos hasta que han  cumplido los 25-30 años. Explicaré esto de forma más extensa  en el Segundo paso.

No tuve dificultades de niño y no he tenido ninguna  lesión cerebral. ¿Es posible que el TDAH no me haya causado demasiados problemas porque soy inteligen- te? Siempre obtenía puntuaciones altas en los tests de inteligencia del colegio.

Con excepción  de la escuela  y, posiblemente, el trabajo, es muy poco pro- bable que su inteligencia pueda  protegerle de ciertas limitaciones; ya que no es el único  factor implicado  en ámbitos  como la familia, las relaciones  sociales, la conducción, la ejecución de acciones  ilegales, las adicciones,  las relaciones amorosas y de pareja, entre otros. Un coeficiente  intelectual alto no le habría protegido en estas áreas si hubiera sufrido los síntomas del TDAH.

La aparición repentina de dificultades en la edad adulta debe de estar causada por otros pro- blemas no relacionados con este trastorno.

Los niños y adolescentes con TDAH a los que he hecho un segui-miento hasta la edad adulta a menudo no saben hasta qué punto estos síntomas les afectan  o interfieren  en su vida diaria.  Nor-malmente, lo que los adultos con TDAH cuentan sobre sí mismos no empieza  a concordar con lo que explican los demás  hasta  la franja comprendida entre los 27 y los 32 años.

Creo que podría padecer TDAH ahora, aunque  cuando era más joven no tenía dificultades de concentración ni otros problemas similares. ¿Puede ser que es- tuviera compensándolo con otras estrategias?
En nuestro estudio,  los adultos  afirmaron que  el TDAH comprometía un promedio de 6 o 7 de cada 10 actividades importantes en su vida diaria. Esta afección causa serias dificultades en todos los ámbitos  de la vida adulta, desde la educación hasta el trabajo y la familia. Sería casi imposible  superar la niñez, la adolescencia y la juventud  solo  «com-

pensando» el  TDAH con  otras  habilida- des. A la mayoría  de los profesionales les resultaría  bastante difícil aceptar la idea de que el TDAH no hubiera  interferido  en el desarrollo  normal  de una persona hasta la edad adulta,  sin pruebas  de una  ayuda

Los síntomas deben llevar manifestándose al menos seis meses antes de tenerlos en cuenta al diagnosticar el TDAH.

extraordinaria por parte de sus padres y la escuela. El TDAH se define como la carencia de compensación durante la niñez, no como una compensación eficaz durante esta etapa.
¿Cuáles son sus síntomas?

Solo un profesional cualificado puede ayudarle a responder por completo a esta pregunta. Aun así, una respuesta afirmativa  a las siguientes  preguntas puede ayudarle  a decidir si realmente necesita  un análisis diagnóstico o no. En nues- tro estudio,  específico para el TDAH en adultos,  identificamos los nueve crite- rios siguientes como los más precisos a la hora de reconocer el trastorno:

  ¿Suele distraerse  fácilmente  con  estímulos  superfluos  o  pensamientos irrelevantes?
  ¿Toma decisiones de manera impulsiva?
  ¿Tiene dificultades para dejar de hacer cosas que no debería hacer o aban- donar un comportamiento que no debería tener?
  ¿Empieza un proyecto o tarea sin leer o escuchar las ins- trucciones con atención?
  ¿Es incapaz de cumplir las promesas o  compromisos que contrae con los demás?
  ¿Tiene problemas  para hacer las cosas en el  orden adecuado?
  ¿Conduce más rápido  que los demás; o si no con-
duce, le cuesta llevar a cabo actividades lúdicas o divertirse sin  hacerlo estrepitosamente?
  ¿Se le hace cuesta arriba prestar atención en tareas o actividades de ocio?
  ¿Encuentra difícil organizar tareas y actividades?
La cuarta  edición del Diagnostic and Statistical Manual  of Men- tal Disorders (DSM-IV) [Manual  diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Elsevier Masson, Barcelona,  2012], publica- do por la Asociación Americana  de Psiquiatría, utiliza 18 síntomas para diagnosticar el TDAH, 9 de ellos centrados en el déficit de atención y otros 9 en la hiperactividad e impulsividad.  Pero la lista (véase apéndice) se desarrolló  exclusivamente para diag- nosticar  a los niños.  Mis colaboradores y yo hemos  compilado datos de investigación que demuestran que la lista de 9 síntomas anterior  es más útil con adultos.  Uno de mis compañeros de in- vestigación, el doctor Stephen  Faraone,  realizó un estudio  inde- pendiente con sus propios grupos de adultos,  que demostró que estos síntomas definían  muy bien a los adultos con TDAH.


¿Ha marcado cuatro de los primeros siete síntomas de esta lista, o seis de los nueve totales? Si es así, es muy probable que usted padezca TDAH. En tal caso, debería  acudir  a un profesional de la salud  mental  especializado para  que le evaluara, si no lo ha hech

¿Cómo afectan estos síntomas a su vida?

El TDAH no es una categoría en la que usted entra o no, no es como el embarazo;  sino más bien como la estatura o la inteligencia. Piense  en ello como en una  dimensión, en cuya escala se sitúan  personas distintas en distintos puntos.
Los síntomas son la manera en la que el trastorno se manifiesta en forma de pensamientos y acciones.  Las limitaciones son las consecuencias adversas resultantes de la externalización de esos síntomas. La siguiente tabla enumera las dificultades típicas que causa el TDAH en la niñez y en edades más avanzadas.
Limitaciones típicas en la infancia

•  Estrés y conflictividad familiar
•  Relaciones problemáticas con los compañeros
•  Pocos o ningún  amigo íntimo
•  Comportamiento inadecuado en las tiendas, la iglesia u otros escenarios públicos hasta el punto  de no ser bienvenidos
•  Poca atención a la seguridad, accidentes y lesiones frecuentes
•  Lento desarrollo  del cuidado personal propio
•  Lento desarrollo de la responsabilidad personal
•  Rendimiento escolar muy por debajo de la media
•  Pocos años de escolarización

Limitaciones típicas
en la adolescencia y la edad adulta

•  Bajo rendimiento laboral
•  Cambios de trabajo frecuentes
•  Comportamiento sexual irresponsable, embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual
•  Conducción temeraria (velocidad, accidentes frecuentes)
•  Dificultad para administrarse (gasto impulsivo, uso excesivo de la tarjeta de crédito, impago de deudas, incapacidad para ahorrar)
•  Problemas en las relaciones amorosas o de pareja

Menos comunes, pero también notables:
•  Actividades antisociales (mentir, robar, buscar pelea) que le llevan con frecuencia a tratar con la policía e, incluso, a noches en el calabozo o penas de cárcel; a menudo asociadas con un mayor riesgo de consumo y abuso de drogas ilegales
•  Estilo de vida no muy sano (poco ejercicio; más entretenimiento sedentario como videojuegos, televisión, Internet; obesidad, atracones, bulimia,  malos hábitos alimenticios;  abuso de nicotina y alcohol) y, por lo tanto, mayor riesgo de enfermedad coronar

¿Qué hacer ahora?

A estas  alturas,  debería  tener  una  idea  más  aproximada sobre  si tiene  o no
TDAH y sobre si debería considerar acudir a un profesional:

  ¿Tiene por lo menos seis de estos últimos nueve síntomas?
  ¿Están presentes en su vida de forma habitual?
  ¿Hace como mínimo 6 meses que sufre estas dificultades?
  ¿Se desarrollaron durante su niñez o adolescencia (antes de los 16 años)?
  ¿Sus síntomas habituales le han acarreado consecuencias adversas  (difi- cultades) en uno o más ámbitos (educación, trabajo, relaciones sociales, re- laciones amorosas o de pareja, al administrar su dinero, al conducir, etc.)?
  ¿Le acarrearon consecuencias adversas en su infancia?


Si la respuesta a todas estas preguntas es afirmativa, existen muchas proba- bilidades de que padezca TDAH. Siga leyendo para saber qué hacer al respecto.

 sobre los autores

el doctor russell a. barkley es conocido internacionalmente por su larga tra- yectoria en la investigación del TDAH y sus esfuerzos para educar a profesiona- les y al público en general. Es profesor clínico de Psiquiatría en la Universidad Médica de Carolina del Sur y profesor investigador de Psiquiatría en la universi- dad estatal Upstate Medical University de Syracuse (Nueva York). Premiado por la Academia Americana de Pediatría y por la Asociación Americana de Psicolo- gía, entre otros, el Dr. Barkley ha publicado muchos libros sobre el TDAH y los trastornos relacionados. Su web es www.russellbarkley.org.

chistine m. benton es escritora y editora.

Í n d ic e

agradecimientos                   11 

introducción   13

Primer Paso: Para empezar, evalúese      15

1. ¿es posible que padezca tdaH?              17

¿Cómo describiría  sus dificultades?         17

¿Cuánto tiempo hace que tiene estas dificultades?          19

¿Cuáles son sus síntomas?                        21

¿Cómo afectan estos síntomas a su vida?                        23

¿Qué hacer ahora?               24

2. ¿es capaz de sobrellevar los problemas sin ayuda?    25

¿Es la causa de sus síntomas algo distinto, como un problema médico?                    26


¿Es el TDAH la explicación a todo lo que le pasa?          26
El tratamiento más efectivo, la medicación, requiere receta médica     27


¿Cuáles son exactamente sus puntos fuertes y sus puntos débiles?     28

3. ¿a quién puede acudir en busca de ayuda?                   29

Cómo encontrar a un profesional experto en TDAH   29

Preguntas que debe hacer antes de concertar la visita    30

4. ¿Qué necesita para el análisis?              32

Prepárese: qué esperar y qué llevar          32

Vaya con la mente abierta    33

Céntrese en obtener respuestas   35

Tests psicológicos típicos que se llevan a cabo durante un análisis      35
5. ¿Qué le dirá el análisis? 37

¿Coinciden sus síntomas con los criterios del TDAH?   38

¿Cómo afectan realmente esos síntomas a su vida?       41

¿Podrá aceptar las conclusiones del médico?                  42

Cuando sus síntomas no coinciden con los del TDAH     44

¿Qué pasa si sigue sin estar de acuerdo con las conclusiones del médico?                47

segundo Paso: cambie de actitud               50

Conozca y reconozca  su TDAH   50

6. conozca su tdaH    52

¿Qué es lo que va mal psicológicamente cuando se tiene TDAH?   52

Cinco áreas de dificultad para llevar a cabo sus actividades diarias      55

El TDAH en los adultos no es un mero trastorno de falta de atención   62

7. resistir a los impulsos, el primer paso hacia el autocontrol                63

Arrastrado por las distracciones                 63

Polvorilla    65

De piñón fijo   67

8. autocontrol: cómo conseguir lo que quiere                   69

Los seis componentes del autocontrol   70

9. las funciones ejecutivas: las habilidades que conforman el autocontrol… y otras cosas                75

La memoria de trabajo no verbal: utilizar la visión de la mente     78

Memoria de trabajo verbal: utilizar la voz de la mente     83

Autocontrol de las emociones: usar el corazón de la mente                    88

Planificación y resolución de problemas: utilizar el área de recreo de su mente          92

10. la naturaleza del tdaH y cómo dominarlo                    96

Miope ante el futuro    96

Tratar su propio TDAH: el panorama general    97

Adapte la solución a su problema específico    97

11. reconozca su tdaH          100

Una explicación, no una excusa                  101

Tener TDAH no es culpa suya, pero aceptarlo sí es su responsabilidad                       101

tercer Paso: introduzca cambios en su cerebro                111

Medicarse para controlar el TDAH            111

12. ¿Por qué tiene sentido probar la medicación?            113

La medicación funciona        113

¿Por qué es tan eficaz la medicación?      114

¿Entre cuántos medicamentos puedo elegir?                   118

13. los estimulantes              121

¿Cómo ayudan los estimulantes?   122

¿Son seguros los estimulantes?                124

¿Qué efectos secundarios puedo experimentar?              126

¿Qué opciones tengo?    129

14. los no estimulantes         134

Atomoxetina (Strattera)        134

¿Es segura la atomoxetina?                       136
Bupropión (Wellbutrin)   138

15. ¿Qué puede esperar del tratamiento? 140

Someterle a un reconocimiento físico y una entrevista    140

Buscar el medicamento correcto                141

Realizar un seguimiento del tratamiento   143

Echarle una mano a la medicación             146

cuarto Paso: cambie de vida                       149

Reglas para tener éxito en la vida diaria    149

16. regla 1: ¡deténgase!       151

Descubra dónde le perjudica más su impulsividad          152

17. regla 2: vea el pasado… y después, el futuro              155

Identifique dónde residen los puntos débiles de su memoria de trabajo no verbal        156

18. regla 3: Hable del pasado… y después del futuro       158

Identifique los principales problemas que le causa su memoria de trabajo verbal      159

19. regla 4: exteriorice la información más importante    162

¿En qué sigue teniendo muchos problemas a pesar de todo lo que se esfuerza?       163
20. regla 5: sienta el futuro   167

Averigüe dónde se encuentra menos motivado para terminar las cosas                      168

21. regla 6: divida su tarea… y haga que cada paso cuente                   172

¿Qué hace que sus metas siempre le parezcan tan lejanas?                 172

22. regla 7: exteriorice, materialice y manipule los problemas              177

Sepa en qué aspecto de su vida tiene los problemas más complicados o urgentes    177

Sea consciente del tipo de ayuda externa que mejor le funciona            178

23. regla 8: ¡tenga sentido del humor!        182

Quinto Paso: cambie de situación               185

Domine el TDAH en los ámbitos específicos de su vida    185
24. la educación                    187

Sepa a qué se enfrenta         188

Prepare el terreno                 190

Consejos para que le vaya bien en los estudios     193

25. el trabajo  198

Encuentre el trabajo adecuado para usted    199

Prepare el terreno para que le vaya bien en el trabajo    207

Recupere las ventajas de las que le priva el TDAH         208

26. el dinero   21
Por qué los asuntos económicos le resultan un reto… y qué puede hacer al respecto                       212

Tome el control de su dinero                       215

27. las relaciones con las personas            219

Cuando sus emociones le hacen perder el control           220

Cuando el TDAH le deja sin conciencia de sí mismo    221

Cuando el TDAH emborrona el guión de su vida             221

Parejas y cónyuges              222

Ser padres     224

Las amistades                       228

un peligro al volante y para su propia salud (los malos hábitos)            229

Conduzca de forma segura                         230

Evite las heridas                   235

Haga del sexo un asunto seguro                237

Reduzca los riesgos para su salud y los malos hábitos    238

otros problemas mentales y emocionales                         242

Trastorno negativista desafiante                 243

Trastorno de la conducta o personalidad antisocial     244

Ansiedad        245

Depresión    246

drogas y delitos                    248

¿Qué le aporta consumir drogas?    249

Evite (o deje) la trampa de las drogas       254
apéndice: análisis pormenorizado de los síntomas del tdaH                   255

Criterios oficiales para el diagnóstico del TDAH   255

Síntomas relacionados con la hiperactividad y la impulsividad:             256

Otros síntomas asociados con el TDAH en la edad adulta     256

recursos         263

Fuentes de datos científicos    263

Lecturas adicionales   264

Páginas web    266

Centros especializados en TDAH   270

sobre los autores                  279
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