jueves, 28 de julio de 2011

Terapia psicológica cognitivo-conductual y el TDAH



Terapia psicológica cognitivo-conductual y el TDAH

Tengo 34 años y vivo con mi pareja desde hace casi dos, aunque llevamos 4 años de relación con sus altibajos y sus momentos dulces. Es aspirante a escritor. Tiene un problema de insomnio desde hace 15 años, y hace dos meses que le han diagnosticado TDA; se está tratando de todo ello con psicofármacos varios, pero no acaba de funcionar. A parte del problema del sueño, provocado por un caso de abusos en su familia, aunque no a él, hace dos años que murió su madre, a la que estaba muy unido, por un cáncer fulminante. Es muy sensible a todo: cuando no duerme por el tiempo o por el sueño en sí, es por una doblez en la sábana. También sufre neuralgias pulsátiles unilaterales, y cuando se junta el dolor de cabeza con su estado de ánimo bajo y el sueño, bebe mucho, tanto como para desconectarse de sí mismo y lo que le rodea. Siempre me dice que lo controla, que necesita esa dosis para que no le duela la cabeza, para despejarse, para que el sueño no lo domine y no estar hecho una piltrafa. Siempre le creo, ya no puedo cuestionarlo más porque me quedo sin fuerzas. ¿Qué puedo hacer para no discutir con él, y poderlo ayudar?

Responde: Nika Vázquez.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), es un trastorno crónico, de inicio en la infancia, caracterizado por desatención y/o impulsividad-hiperactividad. En adultos ha empezado recientemente a estudiarse, ya que los estudios y tratamientos que había hasta ahora estaban centrados en la infancia. De hecho, es en la década de 1970 cuando aparecen los primeros reportes de adultos con un síndrome similar y de niños con TDAH que, al ser reevaluados en la adultez, persistían con síntomas significativos e invalidantes. De esta forma. el TDAH se ha ido configurando como un síndrome de inicio en la infancia, cuyos síntomas a menudo persisten en la vida adulta determinando una mayor frecuencia de deterioro estudiantil, laboral, familiar y social, así como un elevado riesgo de comorbilidad psiquiátrica.

De entre esa cormobilidad psiquiática, es decir, la aparición de otros trastornos conjuntamente al ya mencionado, se ha estudiado que el TDAH aparece con ansiedad en el 20-25% de los casos, y con depresión entre el 15-30%. Así mismo, los estudios reflejan que los casos de TDAH presentan alteración en dimensiones académicas, relacionales, familiares y clínicas. También se ha descubierto una comorbilidad de TDAH con trastorno del sueño, especialmente apnea obstructiva, el síndrome de las piernas inquietas y el síndrome de movimientos periódicos de las extremidades.

En relación al abuso del alcohol, tanto para calmar las neuralgias como los síntomas del TDAH, es habitual en esto pacientes el abuso de sustancias adictivas. De hecho, en base a las observaciones clínicas, los pacientes afectados reportan un efecto de algún modo calmante tras el consumo de alcohol, lo que también conduce en ocasiones a una mejoría del insomnio que padecen con frecuencia.

El tratamiento más eficaz para el TDAH en adultos se ha comprobado que es la interacción de fármacos específicos para el TDAH con una terapia psicológica cognitivo-conductual, ya que si bien los fármacos son el tratamiento de elección para el abordaje de este trastorno, tan sólo un 30% de los pacientes muestran una reducción de la sintomatología, y a pesar de ello muchos pacientes siguen presentando síntomas de deterioro funcional. La terapia cognitivo-conductual ofrece importantes beneficios para el abordaje del TDAH: es bien tolerada por los pacientes, los niveles de abandono son bajos y presenta efectos positivos y duraderos en la mejora de la sintomatología del TDAH.
 


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