La mayoría de las veces, maestros y padres de familia no saben diferenciar el uno del otro El Centro de Atención al Talento dispone de una metodología de detección y seguimiento de estos niños basada en una teoría que desarrolló Andrew Almazán Anaya México, 13 de septiembre.- En México existen alrededor de un millón de menores de 16 años con sobrecapacidad intelectual. El problema es que la mayoría de ellos pasan inadvertidos o han sido mal diagnosticados, ya que con frecuencia la personalidad de un niño superdotado suele confundirse con la del que padece el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). "Lo frecuente es que se les puede calificar como niños problema, sin embargo existen rasgos de personalidad bien definidos en uno y otro. Cabe aclarar que el objetivo del Centro de Atención al Talento (CEDAT) es encontrar a estos niños que con certeza andan extraviados por el camino educativo e identificarlos para atenderlos a tiempo", explicó Andrew Almazán Anaya, «el psicólogo más joven del mundo», Director Técnico del organismo. El adolescente de 16 años señaló que cuando se detecta la sobrecapacidad a temprana edad, con certeza el niño desarrollará todas sus capacidades cognitivas. En cambio, de no hacerse durante la infancia, se tiende a regresar a la media, es decir, el niño en cuestión no sólo no desarrollará sus capacidades sino que las perderá para adaptarse a su medio. El Dr. Asdrúbal Almazán Anaya, director general del CEDAT, dio a conocer las principales características de un niño superdotado: * Se interesa en buscar nuevos conocimientos. * Comprende con facilidad la información que adquiere y la recuerda. * Muestra logros excepcionales en alguna materia. * Genera numerosas ideas y soluciones ante los problemas. * Es arriesgado y especulativo. * Responde bien a la responsabilidad. * Aplica los conocimientos adquiridos en un área a otra diferente. * Convence a los demás para trabajar en los temas que él propone. * Es original al combinar ideas, métodos y formas de expresión. * Se concentra en un tema y persiste hasta que lo domina. * Se aburre fácilmente en actividades rutinarias. "Una diferencia clara es que un niño con TDAH no canaliza su hiperactividad hacia ningún objeto, siempre está sobreestimulado, mientras que un superdotado suele concentrarse en los temas que le interesan, porque está ávido de conocimiento. Otro factor contundente es cuando un médico receta un fármaco para inhibir la supuesta hiperactividad. En uno con TDAH la actividad decrece, mientras que en un superdotado el efecto es contrario: incrementa su actividad", señaló el Dr. Almazán Melendez. No obstante, la prueba irrefutable es la aplicación de los tests de medición del coeficiente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés). "Un infante sobrecapacitado tendrá un IQ mayor a 130 puntos, mientras que uno con TDAH sólo obtendrá 85.", explicó Andrew Almazán Anaya. El CEDAT está instrumentando una metodología basada en la organización de las inteligencias, que Andrew Almazán Anaya está elaborando y cuyo fin es ofrecer las herramientas necesarias para el sano desarrollo de los niños superdotados. "Estos cambios son inmediatos, en la actitud de los niños, en su forma de concebir su entorno y de enfrentar sus problemas. En México es indispensable poner más atención a este grupo, porque de lo contrario estaremos desperdiciando el Producto interno Inteligente de México, que tanto le hace falta a nuestro país, más que el Producto Interno Bruto", concluyó Andrew Almazán Anaya.
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