Pues sí, no hay cosa más desmoralizante que empieze el curso, que les expliques a todos los profesores que tu hijo tiene TDAH, que le informes de los problemas que se va a encontrar, y que solo 15 días más tarde, los profesores hayan puesto infinitos partes a tu hijo con TDAH, por todas las cosas que ya todos (menos ellos) sabemos que va a hacer. Pues sí, solo los padres entienden lo que es el TDAH, y es muy triste que los profesionales de la enseñanza no solo no entiendan, sino que les importe un carajo entender y que no se den por aludidos, ya que ellos solo enseñan la asignatura de español y los objetivos de la ESO son complicados y deben de cumplir el plan, y su hijo NO SE ESFUERZA LO SUFICIENTE, y cuando un padre con niño con TDAH escucha la frase de que su hijo no se esfuerza lo suficiente, siempre piensa en mandar a la mierda al profesor, aunque se limita a decirle: sabe usted lo duro que es estar recordando a un cojo que no se esfuerza lo suficiente porque corre más lento que los demás, o a un sordo estar recordandole de por vida que no se esfuerza lo suficiente por que no oye como los demás, y recordarle de por vida a un miope de que no se esfuerza lo suficiente porque no ve como a los demás, y lo duro que es que el profesorado español le estén recordando de por vida a un TDAH que no se esfuerza lo suficiente porque no mantiene la concentración.... PUES SÍ, ES DURO, MUY DURO PARA NIÑOS Y PADRES , estar recibiendo constantemente las humillaciones de los presuntos pseudoprofesionales de la enseñanza en España.
Míriam: ´La gente no suele entender este trastorno´
A. M. | VIGO Míriam es un nombre falso porque esta paciente de 44 años prefiere no dar a conocer su identidad. "No he contado que soy TDAH ni siquiera a los más cercanos; es algo que la gente no entiende", justifica.
Su caso, como lo califican los expertos, es el de una "TDAH exitosa" ya que se sacó una carrera universitaria y una oposición y tiene un trabajo de acuerdo a sus estudios. "Mi vida ha sido de lucha y esfuerzo, pero mis padres me apoyaron siempre", afirma. De niña no mostró ninguno de los rasgos que caracterizan este trastorno. Al contrario, Míriam era una niña obediente, tranquila e inteligente que sacaba muy buenas notas. Eso sí, muy despistada e incapaz de mantener el orden en sus cosas y sus tareas.
Especialmente, Míriam ha tenido siempre dificultades en su vida cotidiana. "Llegar a la hora a los sitios para mí es todo un reto, lo que se convierte en un problema en los trabajos". También la falta de atención ha provocado que tenga varios accidentes de tráfico.
La impulsividad es otro de los síntomas que más le han afectado en el terreno laboral. "Soy muy trabajadora pero no controlo las malas contestaciones y siento que no he progresado conforme a mi capacidad", asegura.
Míriam habla rápido -"lo siento, estoy haciendo un gran esfuerzo por hablar despacio"- y relata el largo peregrinaje por distintos especialistas hasta ser correctamente diagnosticada. "Comencé a ir a terapias a los 27 años por un trastorno alimentario que no se dieron cuenta de que estaba ligado al TDAH", relata. "Me habría ahorrado muchos sufrimientos si me hubiesen diagnosticado antes", afirma, al tiempo que agradece al doctor José Luis Fernández Sastre haber dado con su patología.
Su caso, como lo califican los expertos, es el de una "TDAH exitosa" ya que se sacó una carrera universitaria y una oposición y tiene un trabajo de acuerdo a sus estudios. "Mi vida ha sido de lucha y esfuerzo, pero mis padres me apoyaron siempre", afirma. De niña no mostró ninguno de los rasgos que caracterizan este trastorno. Al contrario, Míriam era una niña obediente, tranquila e inteligente que sacaba muy buenas notas. Eso sí, muy despistada e incapaz de mantener el orden en sus cosas y sus tareas.
Especialmente, Míriam ha tenido siempre dificultades en su vida cotidiana. "Llegar a la hora a los sitios para mí es todo un reto, lo que se convierte en un problema en los trabajos". También la falta de atención ha provocado que tenga varios accidentes de tráfico.
La impulsividad es otro de los síntomas que más le han afectado en el terreno laboral. "Soy muy trabajadora pero no controlo las malas contestaciones y siento que no he progresado conforme a mi capacidad", asegura.
Míriam habla rápido -"lo siento, estoy haciendo un gran esfuerzo por hablar despacio"- y relata el largo peregrinaje por distintos especialistas hasta ser correctamente diagnosticada. "Comencé a ir a terapias a los 27 años por un trastorno alimentario que no se dieron cuenta de que estaba ligado al TDAH", relata. "Me habría ahorrado muchos sufrimientos si me hubiesen diagnosticado antes", afirma, al tiempo que agradece al doctor José Luis Fernández Sastre haber dado con su patología.
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